La dieta blanda forma parte de un tipo de dietas dirigidas a aquellas personas que, tras una intervención quirúrgica o a causa de una dificultad por masticar o deglutir sufren de enfermedades del tipo gastrointestinal. Es por este motivo que las dietas blandas están diseñadas para evitar el consumo de condimentos grasos y alimentos difíciles de digerir que suelen acarrear todo tipo de síntomas y molestias relacionadas con estas enfermedades del estómago.
Es frecuente oír que la digestión en general suele tener una durada de unas 2 a 3 horas pero este dato solo es orientativo y puede variar mucho en función del tipo de alimentos que el estómago tenga que digerir. Por un lado, si se han consumido alimentos ligeros como vegetales y líquidos, el organismo tarda en digerirlos y asimilar sus nutrientes (tanto vitaminas, como minerales, proteínas, agua y carbohidratos) una media de una hora, mientras que si se han consumido alimentos grasientos, muy ricos en proteínas o harinosos, este proceso de digestión y asimilación de los nutrientes es mucho más lento y puede alargarse hasta seis horas.
Estos datos son muy significativos puesto que no solo estamos hablando del tiempo que tarda nuestro organismo en asimilar los nutrientes que se han ingerido sino que también representan el inmenso esfuerzo que debe hacer el sistema digestivo para poderlos procesar. Si estamos hablando de pacientes que han sido operados recientemente o que no pueden masticar o engullir con normalidad, es importante tener en cuenta todo esto para poder facilitar al máximo todo este proceso y evitar posibles trastornos o molestias.
Partiendo de todo esto, se han diseñado una serie de plantillas generales o personalizadas para dietas y regimenes llamados también “dietas blandas” que están basadas en la ingestión equilibrada y controlada de alimentos de fácil consumo, digestión y asimilación como son los alimentos líquidos, las frutas y las verduras y, en las ocasiones que lo requieran, algún complejo vitamínico.
Según los especialistas, dietistas y nutricionistas, la dieta blanda está especialmente indicada en aquellos casos en los que se padece: gastritis, colitis, úlcera, cáncer, alguna dificultad mecánica, cirugías, demencias degenerativas, litiasis renal, hepatitis, análisis médicos (endoscopia, colonoscopia), alimentación enteral, alimentación parenteral o endovenosa, casos severos de la enfermedad de crohn o alimentación mixta.