El Parque del Retiro es uno de los pulmones verdes de la maravillosa ciudad de Madrid, este se sitúa en el centro, entre las calles Alcalá, Alfonso XII y Menéndez Pelayo.
El parque ha ido ganando espacios y edificios con cada monarca que gobernó España. Así, con Felipe IV se aumentó el área del Parque como un incremento de la granja del convento de los Jerónimos y se fundó el Palacio del Buen Retiro. Existen, de esta época, construcciones que aún se conservan como la Casa de la Reina.
Con Isabel II se finiquitan los bocetos de jardines y se delinean caminos del Parque Retiro como el de las estatuas.
Atracciones:
El Parque Retiro tiene grandes esculturas que lo transforman en un auténtico museo al aire libre. La represa es el centro del Parque Retiro, donde se practica, entre otras actividades deportivas, el remo. Es un lugar ideal para alquilar una barca.
En el Parque Retiro también se encuentra el gran Observatorio Astronómico y posee un amplio atractivo cultural ya que es uno de los parques más visitados en Madrid y todos los meses del año recibe a cientos de turistas de todo el mundo.
Tiene una amplitud de 120 hectáreas y unas 15.000 especies de árboles, entre los que se encuentran los castaños, olivos, cerezos, abedules, acacias, plátanos, robles y fresnos.
Entre sus jardines se enfatizan el Parterre Francés, que es un jardín de a estilo Versalles con cercos y gran cantidad rosales preparados en círculos centrados. El Retiro aloja diversas edificaciones significativas, tradicionales en el perímetro de exhibiciones del Ayuntamiento de Madrid.
Curiosidades:
En el siglo XVIII solo se le permitía la entrada al público, en los meses de época de verano u otoño. Los hombres tenían que entrar al Parque Retiro totalmente descubiertos, poniéndose una casaca y por sobre todas las cosas bien peinados. Se le prohibían la entrada con gorros, capaz o gabán. Las mujeres no podían usar velos o pañuelo.