Llevamos un ritmo de vida frenético, no sólo en nuestro día a día sino incluso cuando nos disponemos a relajarnos en los períodos vacacionales; muchas veces, estos días no hacen sino generarnos un mayor cúmulo de estrés, ya que buscamos desesperadamente viajar, verlo y probarlo todo, fotografiarlo todo… Todos sabemos lo perjudicial que puede llegar a ser para nuestra salud el no contar con una temporada de tranquilidad absoluta, donde realmente hagamos honor al término “desconectar” y nos olvidemos de las prisas y los agobios. Una alternativa para conseguir este objetivo puede ser el ecoturismo.
El término ecoturismo parece novedoso, pero no lo es tanto; se trata de una tendencia que se promueve desde hace unos treinta años, consistente en la búsqueda de un turismo orientado a la contemplación del medio natural sin interferir en él. Se huye, por tanto, de las grandes capitales y las ciudades pobladas, y se dirige a pequeñas poblaciones o a los rincones vírgenes de la naturaleza. Otra de sus características es que propugna la sostenibilidad y la conciencia ecológica, por lo que se suele realizar mediante medios de transporte que no afecten al medio ambiente.
El turismo rural o de aventura son partes integrantes del ecoturismo, así como el interés por la historia natural y local de las zonas a las que se viaja. Montañas, lagos y parques nacionales son algunos de los destinos preferidos, aunque también museos y poblaciones representativas en lo referente a folclore y tradiciones. Entre los lugares en los que el ecoturismo cobra mayor importancia cabe destacar, por ejemplo, la selva amazónica, Kenia y sus sabanas, Costa Rica y sus numerosos vergeles o las Islas Galápagos… Todos ellos constituyen una importante fuente de ingresos y un motor de impulso de la economía local.
Si nos decidimos por probar esta modalidad de turismo en nuestras vacaciones, podemos localizar numerosos recursos en Internet no sólo para informarnos de los destinos y de las condiciones de viaje, sino también para encontrar alojamiento. Los hoteles rurales son una de las opciones más habituales, así como las zonas de acampada.