Finalmente, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) ha descartado que exista alguna alerta o signo de alarma que ponga en riesgo a Machu Picchu, una de las Siete Maravillas del Mundo.
Mediante una nota de prensa, se indica que el equipo de expertos que evaluó la preservación y conservación de la ciudadela inca, presentó su informe preliminar a las autoridades de la Unidad de Gestión de Machu Picchu (UGM) sobre la visita al santuario para la implementación de un plan de acción de emergencia en la zona.
Nuria Sanz, jefa para América Latina y el Caribe del Centro de Patrimonio Mundial de la Unesco y quien encabezó el grupo de trabajo, puntualizó que no hay ninguna alerta o signo de alarma sobre el actual manejo de Machu Picchu, santuario inca construido de piedra y levantado en la cima de una montaña.
Lo cierto es que la ciudadela inca corre el riesgo de morir de éxito: la joya del turismo en Perú, que cada año atrae a cerca de 800.000 turistas (el 70% de ingresos por turismo del país), se ha salvado por los pelos de entrar en la lista del “patrimonio mundial en peligro”, aunque se recomienda que un panel internacional de expertos vigile la evolución del enclave, especialmente en su punto más crítico: los accesos.
Y es que la zona arqueológica en sí solo es accesible, bien desde los caminos incas que llegan hasta ella, o bien utilizando la carretera Hiram Bingham (que asciende la cuesta del cerro Machu Picchu desde la estación de tren de Puente Ruinas, ubicada al fondo del cañón).
La mencionada carretera, sin embargo, no está integrada a la red nacional de carreteras del Perú. Nace en el pueblo de Aguas Calientes, al que a su vez sólo se puede acceder por ferrocarril (unas 3 horas desde Cuzco) o mediante helicóptero (30 minutos desde Cuzco). La ausencia de una carretera directa al santuario de Machu Picchu es intencional ya que permite controlar el flujo de visitantes a la zona, que, dado su carácter de reserva nacional, es particularmente sensible a las muchedumbres. Ello, sin embargo, no ha impedido el crecimiento desordenado (criticado por las autoridades culturales) de Aguas Calientes, que vive para y por el turismo, pues hay hoteles y restaurantes de diferentes categorías en este lugar.
Otra manera más natural para llegar a Machu Picchu es por el principal Camino Inca por el que se debe hacer una caminata de unos 3 días. Para ello es necesario tomar el tren hasta el km 82 de la vía férrea Cuzco – Aguas Calientes, desde donde parte el recorrido a pie.