Algunos expertos en relaciones de pareja consideran que muchos problemas vinculares se ocasionan porque no se detiene a planificar el tiempo libre. Las vacaciones, entonces, constituirían el momento perfecto para vivenciar la relación de una manera intensa e inolvidable. A la hora de planificar un viaje -una de las salidas más frecuentes en tiempo de vacaciones- la mujer es la que lleva la vanguardia, sin dejar de tener en cuenta que una pareja no es una relación en la cual se tratan de imponer preferencias, el sentido está en que ambos disfruten del tiempo libre que le ofrecen sus vacaciones.
Planificar es proyectar una acción, y tiene una doble significación que ancla en lo concreto, material, pero también en lo simbólico.
Algunos puntos a ser tenidos en cuenta, por la mujer que es la que más se preocupa y sabe detectar cuáles son los detalles que cuentan:
- En la selección del destino se debe tener en cuenta si se tienen buenos recuerdos del mismo, o bien si se desconoce, lo que generaría, saludables expectativas y por otra parte, evitar visitar un lugar al que se haya viajado con una anterior pareja.
- La elección del hotel que los cobijará, es recomendable hacerla de manera conjunta con la pareja, pero es conveniente que se ocupen de los detalles con antelación, ya que hay hoteles que incluyen entre sus servicios ofertas románticas.
- Para que las vacaciones sean realmente románticas, es aconsejable permanecer en un mismo lugar y en un mismo hotel, para no tener ningún tipo de contratiempos, que puedan llegar a alterar el clima.
- No elegir paquetes económicos que no brinden seguridad y que puedan provocar incomodidades, no planificar un itinerario turístico excesivo, la calma.
Es aconsejable incluir en el equipaje cosas románticas como óleos para realizar masajes o velas aromatizadas para crear un acogedor ambiente.
La idea es compartir todas las actividades, por más nimias que sean, realizar cosas diferentes a las cotidianas, prácticas que se convertirán en bellos recuerdos.