El turismo se ha convertido con el correr de los años en uno de los ingresos más importantes en muchos de los países de todo el mundo, creando puestos de trabajo, una estructura y dinámica particular con la cual se abre la puerta comercial en dichos lugares.
Dentro del amplio sector turístico existen diversas modalidades que se van interrelacionando con el movimiento típico, pudiéndose identificar según al sector social, género o grupo etario la que hacen referencia; de esta manera encontramos sectores como el turismo femenino y turismo juvenil entre otros.
En la Comunidad Europea más de la mitad de los empleados en turismo son mujeres, convirtiéndose este sector en el trabajo predilecto del sector femenino y también de jóvenes, ya que son estos dos sectores los que poseen mayor dificultad para insertarse en el mercado laboral actual.
El turismo femenino en los países más desarrollados, ofrece una verdadera fuente de ingresos económicos y crecimiento personal, social y profesional; otorgándoles la posibilidad de independizarse y expandir sus objetivos a todas las mujeres que obtengan un trabajo en dicho sector.
Dentro de lo que se denomina turismo femenino existen sectores donde los diversos perfiles de las mujeres obtienen un valor-trabajo, desde las mujeres que se dedican al mantenimiento de las diferentes empresas hoteleras, hasta aquellas que cursando una carrera han logrado profesionalizarse y convertirse en traductoras de grandes reuniones u organizaciones del turismo.
En la actualidad el turismo femenino no es un sector que se encuentra activo en una estación del año solamente, si bien existen temporadas donde las demandas y ofertas son mayores, es un sector de la industria y comercio que se encuentra activo durante todo el año. Así se ha convertido en una fuente laboral fija para muchas de las mujeres que mantienen sus hogares y atractiva para jóvenes que desean incursionar laboralmente en el ámbito del turismo.