Si se viaja a la bella e histórica ciudad de Ginebra (en Suiza) no se puede perder la visita turística a la “Catedral de San Pedro”. La catedral es un santuario religioso que fue edificado entre los siglos XII y XIII. La misma, depende del templo de la reforma suiza y posee tal heterogeneidad en el estilo de su arquitectura que se la puede definir como una “catedral ecléctica”.
La Catedral de San Pedro dispone en su diseño de ciertos elementos góticos, romanos y neoclásicos y fue levantada entre 1160 y 1289, siendo un poco pequeña para considerarse una catedral. A pesar de que la Catedral encajé en varios estilos se la considera una de las catedrales más austeras. Por dentro la Catedral de San Pedro es muy simple, coincidiendo con su misionero más celebre: John Calvino (1536-1564), que fue uno de los dirigentes de la reforma protestante. En la Catedral, aún se conservan objetos propiedad de John Calvino, como por ejemplo una silla tallada en madera.
Como contraste de la arquitectura de la “Catedral de San Pedro” encontramos en el terreno adyacente la pequeña capilla lateral, la misma se encuentra con abundante ornamento; empezando por el campanario en donde se puede observar una magnífica vista de la ciudad de Ginebra.
Ubicación:
La Catedral de San Pedro se encuentra sobre una colocación arqueológica de enorme importancia, aunque no demasiado ostentosa para el profano, excepto por los mosaicos que se encuentran en los cimientos y que datan del siglo IV. Está muy cerca de la plaza de Bourg-de-Four, la más antigua de Ginebra. Tiempo atrás, la plaza se convirtió en un sitio de mercado medieval y hoy en día es una de las atracciones turísticas de la ciudad.
Datos útiles:
La Catedral de San Pedro brinda su entrada al público de lunes a sábado de 10:00 a 12:00 y de 14:00 a 17:00. Los días domingos tiene un horario especial: de 11:00 a 12:30 y de 13:30 a 17:00. El ingreso a la Catedral es gratuito. Únicamente se deberá abonar si se desea subir a la torre norte del templo.