Casablanca es una de las ciudades más pobladas de Marruecos que se encuentra a aproximadamente 80 km de Rabat, la capital del país y está ubicada en la costa del Atlántico.
Al viajar a Marruecos, también se pueden visitar ciudades como: Fez, Salé, Tánger, Marrakech o Tetuán.
- La ciudad de Tetuán recuerda el suelo andaluz por su arquitectura y sus artesanías en madera y cerámica.
- La ciudad de Salé yace junto al río Bou Regreg produce piel, lana y marfil. Los alfareros de Salé utilizan una mezcla obtenida de la tierra de los ladrillos, arcilla blanca y tierra traida por los aluviones. Otros artesanos destacables son los cesteros que trabajan la mimbre y el junco.
- La ciudad de Mequinez, ofrece una gran variedad de artesanías como el bordado, cerámica, damasquinado, cobre y alpaca, marroquinería, escultura en madera y tejido.
- La ciudad de Fez, está identificada como la capital de la loza azul cobalto. Usada originalmente para trabajar en la cocina, al mejorar la calidad y el diseño evolucionó hasta transformarse en obra de arte. Las artesanías, la comida y la música son parte material de una mística y mítica tierra sensual.
Marruecos, acaso el país más seductor de Africa, despierta fantasías y se transforma en un destino bohemio, ideal para experimentar con todos los sentidos. Al cerrar los ojos, y sin aún haber pisado su suelo, la imaginación evoca el murmullo sostenido de los mercados callejeros, el omnipresente perfume de especias y maderas, los destellos de las joyas artesanales y los encendidos colores de las alfombras tejidas tradicionalmente por las mujeres, su diversidad de texturas, colores y tramas connotan las particularidades de las culturas y cosmovisiones que laten en los habitantes de Marruecos.
Este país ha sido idealizado, mistificado y descrito por muchos artistas amantes del buen viajar. Como Paul Bowles en El cielo protector, o William Bourroghs en El almuerzo desnudo, que reconstruyen con singular perspectiva a Marruecos como su escenario. Libros que definitivamente instan de manera implícita a viajar.
Una ciudad que se hizo famosa gracias al celuloide es Casablanca, cuya película homónima fue protagonizada por Humprey Bogart e Ingrid Bergman.