Las proteínas son de máxima importancia para el organismo. Son fundamentales para el crecimiento, desarrollo y conservación de la vida, tanto a nivel estructural (huesos, tejidos, músculos), como funcional (forma parte de las enzimas y los anticuerpos son proteínas). Todas las proteínas tienen carbono, hidrógeno, oxígeno y nitrógeno, y casi todas poseen también azufre.
Las proteínas pueden ser divididas según su forma y según su composición química.
Tipos de proteínas según su forma
- Proteínas fibrosas: se caracterizan por ser insolubles en el agua o en soluciones acuosas. Entre ellas encontramos la queratina, colágeno y la fibrina.
- Proteínas globulares: son solubles en disolventes como el agua. Entre este tipo de proteínas encontramos las enzimas, anticuerpos, algunas hormonas, proteínas de transporte.
- Proteínas mixtas: cuenta con una parte fibrilar y otra globular.
Tipos de proteínas según su composición química
- Simples: Su hidrólisis solamente produce aminoácidos. Entre ellas encontramos la insulina y el colágeno. Se subdividen en dos tipos: escleroproteínas y esferoproteínas (albúminas, globulina, glutelinas, prolaminas e histonas).
- Conjugadas o heteroproteínas: Su hidrólisis produce, además de aminoácidos, otras sustancias no proteicas con un grupo prostético.
Cuando nos alimentamos, las proteínas permiten generar sensación de saciedad al organismo evitando tener hambre, además retrasan el envejecimiento del cuerpo.
Cuando un organismo tiene déficit de proteínas los músculos se debilitan, aparecen cuadros de fatiga, desequilibrio en las hormonas, y en los niños y adolescente se genera un retraso del crecimiento.
Si bien todos debemos consumir proteínas son imprescindibles en los niños, adolescentes, deportistas, mujeres lactantes, embarazadas.
Así como el déficit tiene consecuencias también lo tiene el exceso en su consumo:
- Sobrecarga de trabajo del hígado
- Mayor formación de ácido dentro del estómago
- Aumento del calor corporal
- Estreñimiento
- Cansancio y decaimiento a largo plazo.
Las proteínas las encontraremos en la carne, huevos, lácteos (queso y yogur), pescado, gluten, queso de soja, germinados de soja, legumbres, frutos secos, levadura de cerveza…