“¿El chocolate engorda?” Es una pregunta que nunca nos atreveríamos a hacer ya que la respuesta la tenemos tan interiorizada que no querríamos quedar en ridículo…pero va a ser que estábamos equivocados!
En un reciente estudio publicado por la Universidad de Granada (UGR) y realizado dentro del marco impulsado por la Unión Europea, HELENA (Healthy Lifestyle in Europe by Nutrition in Adolescence) han desmontado esta creencia tan extendida de que el chocolate engorda.
El estudio se ha llevado acabo entre más de 3.000 adolescentes (1.458 de entre 12 y 17 años españoles) a los que se ha medido sus índices de grasa total (en todo el cuerpo) y la grasa central (el abdomen o más popularmente, los michelines) de los jóvenes participantes en el estudio. En los resultados (que podemos ver publicados en la revista científica Nutrition) se expone que los adolescentes que más chocolate consumían tenían una menor cantidad de grasa acumulada en su cuerpo. Los resultados fueron independientes del sexo, la edad, la madurez sexual, la ingesta energética total, la ingesta de grasas saturadas, fruta y verdura, el consumo de té y café, y la actividad física de los participantes.
De este estudio no se puede extraer que el chocolate adelgace, sino como indica el doctor Jonatan Ruiz (de la Facultad de Ciencias del Deporte de Granada) “necesitaría otro estudio, y está claro que en grandes cantidades, como todo, engorda, pero lo que está claro es que no es un factor determinante en la obesidad“.
Otro de los autores, la doctora Magdalena Cuenca del Departamento de Fisiología de la Facultad de Medicina, nos da una buena noticia para que los que tengan que hacer dieta: “se podría decir que no comer chocolate porque estás a dieta no tiene sentido, porque no engorda. Es lo primero que se quita mucha gente cuando quiere adelgazar y no tienen por qué“.
Que el chocolate (en especial el “chocolate puro”) tiene diversos beneficios para nuestro organismo ya que contiene antioxidantes, antinflamatorios, antitrombóticos, favorece la producción de serotonina, activa receptores cerebrales que producen placer y lucidez mental y un largo etcétera, era algo que ya se sabía, pero con estos nuevos resultados acaba de ganar un punto muy importante para que lo consumamos, con moderación, pero con menos sentimiento de culpabilidad.