Tiritar de frío podría ser tan eficaz como hacer ejercicio a la hora de adelgazar. Esta es una de las conclusiones de un estudio realizado por el Instituto Gravan de Investigación Médica de Sydney (Gravan) que trabaja en algunas de las investigaciones más innovadoras en el campo de la obesidad y las dietas de adelgazamiento. Pero ¿es necesario pasar frío para adelgazar?, ¿ocurre en todos los casos?.
El endocrino Paul Lee es un especialista en el estudio de la obesidad. En su último trabajo afirma que los humanos poseen tres tipos de grasa en su organismo:
- Grasa blanca: A este tipo de grasa se la culpaba tradicionalmente de los michelines, la obesidad y las dificultades para adelgazar mediante una dieta de éxito.
- Grasa parda: En un principio se pensaba que este tipo de grasa parda desaparecía con la infancia, ya que sólo servía para mantener en un primer momento la temperatura del bebé cuando tiene frío pero se ha descubierto que algunas personas conservan restos de grasa parda y que estas personas son más delgadas que las demás.
- Grasa beige: El investigador Bruce Spielgeman cree que algunas personas son capaces de transformar grasa parda en grasa beige en edad adulta y que la grasa beige tendría las propiedades de la grasa parda para quemar calorías en momentos de frío y conservar la temperatura del cuerpo.
Las personas con más cantidad de grasa parda son menos propensas a la obesidad, pueden comer de todo sin necesidad de engordar olvidándose de las dietas para adelgazar. Además reacciona fácilmente ante algunas hormonas y sobre todo durante el invierno. Cuanto más frío más grasa parda se consume para calentarnos y así adelgazar al mismo tiempo.
Pero no hay que hacerse ilusiones, los investigadores creen que estos casos son muy raros porque la evolución descarta a los delgados por ser menos capaces para retener grasas en momentos de hambre. Esto explicaría la existencia de altas tasas de obesidad en la sociedad actual. Para la mayoría de nosotros las dietas para adelgazar seguirán siendo un reto a batir.