Unos estudios recientes señalan que en Guatemala se sufre un auténtico problema de peso. Un 44 por ciento de la población masculina y un 66 por ciento de la población femenina guatemalteca padecen obesidad. Este hecho no sería tan relevante si no fuera porque los malos hábitos alimenticios de estos adultos han acabado influenciando y perjudicando a los niños provocando que un 38 por ciento de la población infantil muestre síntomas de sobrepeso.
Se cree que estos escalofriantes datos estadísticos están estrechamente relacionados con la gran variedad de ofertas de servicios de restaurantes de comida rápida y también la falta de educación e información referente al tema de la nutrición. Gran parte de la población apoya la creencia de que el sobrepeso es una señal de un estatus socioeconómico alto con lo cual “cuanto más redondito, mejor”, esta falsa creencia no solo no es cierta sino que además tiende a acarrear graves problemas de salud.
Para poder solucionar esta situación, las instituciones, tanto públicas como privadas, han elaborado una “guía nutricional” que tiene la finalidad de informar y promover unos hábitos de alimentación más sanos y equilibrados para que la población tenga la oportunidad de poner freno a este problema.