La revista británica New Scientist publicará, en la próxima semana, los resultados de un estudio realizado por la Organización Mundial de la Salud en la que se investiga la relación que existe entre la aparente muerte de algunas personas que está relacionada con la exposición a fuertes ruidos.
Los estudios revelan que la exposición a largo plazo o permanente a los ruidos causados por cosas tan cuotidianas como el transito, sirenas u otras fuentes, son los responsables de aproximadamente el 3 % de los ataques cardíacos que han acabado con la muerte de miles de personas.
Teniendo en cuenta que cada año mueren aproximadamente siete millones de personas en todo el mundo a causa de enfermedades isquémicas del corazón y que el 3 por ciento de estas muertes es a causa del ruido, el resultado de muertes anuales por exposición al ruido es de más de 200.000 muertes.
Por otro lado, el estudio también rebela que no solo puede perjudicar a nivel cardíaco sino que el exceso de ruido también perjudica seriamente el sistema auditivo provocando que cada año haya miles de personas que visitan al medico con síntomas de sordera, tinnitus, perturbaciones del sueño u otros problemas producidos por el excesivo volumen del entorno en general y que pueden llegar a ser muy perjudiciales para la salud.