Las dietas son una disciplina que hay que cumplir y está demostrado que un factor muy determinante en los resultados de una dieta es el comportamiento y los hábitos que se tienen en la mesa.

Cuando uno se dispone a comer , es muy fácil caer en la tentación de ingerir más de lo que necesita, compulsivamente o incluso hay personas que sufren al ver que no pueden comer lo que desean mientras los que les rodean se deleitan con sus platos favoritos. Por todo esto es importante conocer qué factores pueden ser peligrosos y como se pueden solventar.

Para empezar, es muy útil servir los platos en la cocina y a continuación llevarlos a la mesa ya que de lo contrario, si se tiene la fuente de comida a la vista, es mucho más probable que se caiga en la tentación de continuar comiendo aún sin tener más hambre.

Otro habito a tener en cuenta se basa en el acto de comer. Es muy importante masticar bien y detenidamente, no solo para facilitar el proceso de digestión sino que también es importante por el hecho que las señales de saciedad que envía el estómago al cerebro tardan entre 20 y 30 minutos y en caso de comer rápido y sin masticar bien, esta señal puede llegar cuando ya se ha comido más de lo necesario.

Por el mismo motivo que en caso anterior, es importante dejar entre 5 y 10 minutos de margen entre la comida y el postre ya que la gran mayoría de las veces se consume el postre por inercia, porque el cerebro continúa enviando las mismas señales.

Un factor importantísimo, no solo para mejorar los hábitos alimenticios sino que también mejora las relaciones entre las personas, radica en el hecho de comer debidamente en la mesa. Comer sentado en la cama o el sofá mientras se ve la televisión, es un muy mal hábito que hace comer compulsiva y mecánicamente sin que los individuos sean conscientes.

La higiene bucal también es determinante, no solo para la salud de la boca sino también es un buen disuasor de las tentaciones a las que se expone una personas al acabar de comer. Con los dientes limpios no se siente tanto la necesidad de comer galletas, dulces y toda clase de pequeñas tentaciones e incluso el postre.

Aún siendo una disciplina a veces uno necesita comer aquello que tanto le gusta o le apetece. Un buen planteamiento de la dieta debe incluir estos pequeños caprichos que de vez en cuando uno necesita. Puede planearse según las necesidades de cada persona (por ejemplo 1 vez a la semana) y cuando llega el esperado momento es importante sentarse tranquilamente y disfrutarlo sin culpabilidad.

Estos consejos pueden resultar muy útiles tanto para las personas que están realizando algún tipo de dieta como las que no ya que se trata de hábitos saludables que contribuyen a mejorar la calidad de vida y en la socialización entre las personas.