Existen algunos puntos clave que puedes tener en cuenta a la hora de llevar adelante una dieta balanceada, saludable y sabrosa. Como todos sabemos, además de una necesidad, comer es un placer, lo que significa que llevar una dieta sana no tiene que significar no comer alimentos sabrosos. Es importante que tengas en cuenta que si comes en exceso puedes sentir malestar y aparecer algunas enfermedades.
Para mantener una dieta balanceada podrás aprovechar y combinar colores y sabores, verás como tus platos lucirán más atractivos. Para llegar a tu objetivo considera que los cambios no se producen de un día para otro, los cambios pueden irse incorporando paulatinamente.
Dentro de tu alimentación no podrán faltar proteínas, vitaminas, carbohidratos, azucares, minerales, fibras, grasas y agua (mucho agua), pero cada uno de ellos debe ocupar una proporción adecuada, no sería muy positivo que lo único que consumas sean carbohidratos o grasas. Un secreto para no pasar hambre es tomar agua, recuerda que muchas veces el apetito se sacia con la sed.
Las verduras y las frutas deben ocupar el puesto número uno dentro de tus alimentos, son bajas calorías y con muchos nutrientes. Es aconsejable consumir por lo menos cinco porciones de frutas por día.
La fibra está presente en alimentos como el arroz integral y granos enteros. Estos alimentos son más zainos, por eso te aconsejamos reemplazar las harinas refinadas por las integrales.
Evita la ingesta de productos con grasas saturadas que provienen de productos de origen animal, como las carnes rojas y la leche entera, también evita las grasas trans, como los aceites vegetales, la bolleria, galletitas y comidas fritas.