La menopausia es un periodo de cambios biológicos por los que pasan las mujeres al llegar a su adultez.
Al igual que con la llegada de la menstruación, la menopausia también va acompañada de cambios hormonales que pueden afectar , de una forma u otra, a la mujer que la sufre, pero que a través de los cuidados adecuados y con los tratamientos hormonales idóneos, se pueden controlar los cambios y reducirlos procurando mejorar la calidad de vida.
Hábitos de alimentación y de ejercicio físico
Para empezar, es crucial mantener unos hábitos saludables como el hecho de realizar algún tipo de ejercicio de forma regular, comer bien y saludablemente y procurar no fumar. El mantenimiento del peso es también un aspecto importante que hay que vigilar. Hasta hace relativamente poco tiempo no se le daba importancia al hecho de engordar unos kilos al llegar a mediana edad, pero con el tiempo, y gracias a los avances tecnológicos y a los estudios realizados, se ha comprobado que el aumento de peso es un hecho relevante en estas etapas ya que con la llegada de la menopausia se reducen los niveles de la “leptina”, una hormona que contribuye en regular la sensación de apetito, produciendo más sensación de hambre y consecuentemente engordando.
Por otro lado, y en relación con el aumento de peso, es importante saber que la disminución de hormonas femeninas que se produce durante la menopausia provoca, en algunos casos, que el organismo se desequilibre con más cantidad de hormonas masculinas que femeninas produciendo el aumento de volumen o obesidad en zonas como el abdomen o el estómago (como es el caso de la mayoría de los hombres) en vez de las caderas o las nalgas (más común en las mujeres), produciendo a la vez, un aumento de las probabilidades de sufrir enfermedades cardiovasculares.
Prevenir la obesidad y todos estos posibles síntomas es una tarea que debe realizarse siempre y convertirla en un hábito que nos ayude a mejorar nuestra calidad de vida. Por otro lado, cuando se empiezan a notar los primeros síntomas de la menopausia, es fundamental adquirir estos hábitos y aprender a comer bien y de forma saludable evitando el esfuerzo de tener que hacer dietas u otro tipo de sacrificios…
Por lo que se refiere al ejercicio físico, es importante realizar un tipo de ejercicio aeróbico y de forma regular que ayude a tonificar el cuerpo, ejercitar el esqueleto y que contribuya a adelgazar los kilos de más que el organismo gane. Además, la realización adecuada de ejercicio físico contribuye plenamente en la prevención de la osteoporosis muy común en la etapa de la menopausia y que puede provocar fracturas en las articulaciones como las muñecas, las vértebras o la cadera…
Relaciones sexuales
La falta de estrógenos (hormonas femeninas) provoca en muchos casos un deterioro de la calidad de vida sexual dificultando el placer e incluso el hecho de alcanzar el orgasmo. Por otro lado, esta comprobado que las mujeres con una anterior vida sexual satisfactoria, sufren en menor grado estos síntomas pudiendo disfrutar de una vida sexual plena y satisfecha.
Es importante cuidar y valorar la vida sexual ya que diversos estudios han demostrado que las mujeres que presentan una sexualidad satisfactoria durante la edad adulta presentan menos probabilidades de sufrir ansiedades y depresiones.
Para que la menopausia sea una etapa más de la vida y que no impida llevarla con normalidad, es preciso cuidar todos y cada unos de los aspectos que hemos mencionado intentando convertirlos en hábitos que contribuyan a mejorar la calidad de vida antes, durante y después que los primeros síntomas del climaterio aparezcan.
Y es importante tener en cuenta que la menopausia no es una enfermedad sino una etapa más, una experiencia en la que el cuerpo sufre unos cambios significativos que abren las puertas a la adultez de cada mujer y que es bueno vivirla a conciencia y disfrutarla con toda la salud posible.