Ya habrás notado que hay veces que el bronceado te dura más que otras veces. Hay un sin fin de causas para el hecho. Si las vacaciones las hiciste en una zona de playa con mucho yodo, normalmente las playas más rocosas del norte o te fuiste a los arenales del sur. El yodo es absorbido y ayuda el mantenimiento más duradero de ese color que “todos” buscamos.
O también si has tenido una dieta rica en betacarotenos, ingiriendo mucha vitamina A presente en diversos alimentos, tal como la zanahoria, el pimiento rojo o las espinacas.
Sea como sea, si deseamos prolongar al máximo ese bronceado y que dure lo máximo que podamos, aquí te dejamos una técnica muy fácil y muy útil:
Al ducharte, lávate con una infusión de té que sea muy fuerte. Esto te devolverá el color tostado a la piel. Y no te olvides que el té es muy astringente y retrae los tejidos, así que al terminar tu ducha, aplica siempre una crema hidratante por toda la zona tratada, sobre todo en los casos de tener la piel seca.