Según un Estudio realizado en Estados Unidos, la felicidad es contagiosa, y entre otras cosas, se transmite a través de la sonrisa. Cuando uno sonríe, genera sonrisas. Una sonrisa bonita es, de manera habitual, síntoma de buena salud y contagia las ganas de vivir y, es que la belleza de la sonrisa está ligada a la salud de nuestra boca y eso es algo que no podemos ignorar.
Para mantener esa sonrisa a lo largo de nuestra vida, debemos recordar ese refrán popular que afirma “Más vale prevenir que curar”, y es que en todo lo relacionado con la salud la prevención es, sin duda, la mejor herramienta. Y en este caso que nos ocupa, nos centramos en la salud bucodental. Para ello, tengamos en cuenta los siguientes consejos:
- La ausencia de dolor no es garantía de unos dientes sanos por eso es fundamental prevenir y visitar cada 6 meses al dentista para que nos haga una revisión bucodental y nos informe del estado actual de nuestra boca. La prevención, además de ser óptima para nuestra salud, también lo es para nuestro bolsillo. Pero, ¿por qué? Pues muy sencillo, cuanto antes detectemos un problema en nuestra boca, más fácil será ponerle solución médica y menos coste conllevará el tratamiento. Además hoy en día tenemos cada vez más a nuestro alcance la calidad odontológica gracias a la gratuidad de ciertos servicios como la limpieza, la revisión o la radiografía.
- La caries es una de las enfermedades más extendidas y frecuentes, es vital tratarla cuanto antes. El diente no se regenera como la piel, por tanto, hay que evitar que la caries lo destruya. Por ello, ante la primera sensación de molestia o dolor, debemos acudir al odontólogo.
- Para conseguir una sonrisa sana debemos adquirir unos correctos hábitos de higiene bucodental mediante el cepillado después de cada comida, completando la higiene con limpieza de la lengua, y el uso diario de colutorios bucales e hilo dental. En este sentido, y según el Estudio Anual sobre Prevención e Higiene en España, sólo el 42,3% de los almerienses se cepilla los dientes después de cada comida.
- Una correcta posición, alineación y buen estado de las piezas prolonga la vida de éstas y ayuda a mantener una atractiva estética. De ahí que tengamos que observar cualquier mal posición o cambio en nuestros dientes para ponerle remedio con inmediatez.
- El cuidado bucodental infantil debe comenzar durante el embarazo de la madre. Se recomienda que la primera visita al odontólogo se realice a la edad de 12 meses. En referencia a los más pequeños, no debemos olvidar limpiar su boquita siempre que ingieran alimentos, sólidos o no, para evitar la acumulación de bacterias.
Si hemos llegado tarde o simplemente queremos mejorar el aspecto de nuestra dentadura y también de nuestra sonrisa, existen soluciones modernas en estética dental para tener la sonrisa con la que siempre soñamos:
- Para corregir algún defecto de tamaño o forma, el tratamiento adecuado son las carillas estéticas. Muchos de los famosos que aparecen por televisión con los dientes blanquisimos utilizan esta técnica. Las carillas son finas láminas de porcelana que se adhieren al diente, ofreciendo un resultado natural, duradero y de estética espectacular.
- Uno de los problemas más habituales es la mala posición de los dientes y sus consecuencias tanto estéticas como de salud. Para este tipo de problemas la alternativa ideal es la ortodoncia. Y no debemos sólo pensar en los antiestéticos brackets metálicos, hoy en día disponemos de técnicas tan avanzadas como los brackets de porcelana o las ortodoncias invisibles que nos ofrecen resultados rápidos, efectivos, y lo que es más importante, compatibles con tu vida personal.
- El color de nuestros dientes es un hándicap también a la hora de sonreír. Dientes amarillentos por culpa del tabaco o el alcohol afean nuestra sonrisa e incluso nos añaden años. Para recuperar un bonito color dental nada mejor que recurrir al blanqueamiento. Y aunque existen numerosas técnicas, el más eficaz y duradero es el que se realiza en clínica. El último grito en este sentido es el blanqueamiento mediante luz fría que no sensibiliza los dientes y con el que recuperas hasta cuatro tonos en una sesión.
- La ausencia de una, varias, o incluso todas las piezas dentales no supone un problema si aplicamos las últimas tecnologías en implantes con materiales 100% compatibles, que basan sus beneficios en la nanotecnología o tecnología molecular. Generalmente la intervención consta de dos fases muy sencillas: una primera consistente en fijar los pernos o raíz del implante que se ejecuta con anestesia local, más una segunda fase en la que se coloca la corona o parte visible. La raíz está compuesta por titanio, un material capaz de formar una unión perfecta y sólida con el hueso. En la fabricación de la corona se emplean distintos tipos de materiales como la porcelana, consiguiendo resultados estéticos muy similares a los de los dientes.
Artículo ofrecido por: Vital Dent