El embarazo es sin duda uno de los momentos más importantes para una mujer, no sólo por el cambio de vida que supone dar a luz un niño sino también por las transformaciones físicas y psicológicas que sufre la mujer antes, durante y después de la gestación. Te mostramos algunos consejos que te ayudarán a preparar tu cuerpo antes de quedarte embarazada para que todo salga perfecto.
Para muchas mujeres el embarazo supone un antes y un después en sus vidas, a los cambios personales que supone tener un hijo se le añaden una serie de transformaciones en el físico, la nutrición, el estado de humor… que la mujer debe saber afrontar. El embarazo es también una buena oportunidad para optar por un estilo de vida más saludable que podamos mantener más allá del parto y hacerlo parte de nuestra forma de vida. Si estás o planeas quedarte embarazada te ofrecemos una serie de consejos:
- Toma ácido fólico, es un complemento vitamínico muy necesario antes del embarazo y que permite prevenir algunos defectos congénitos que aparecen en el feto en sus momentos más tempranos.
- Es más importante que nunca una buena alimentación equilibrada pensando en que no sólo afecta a tu organismo sino también al del bebé. La dieta debe cubrir ambas demandas por lo que es necesario una ingesta mayor de lo habitual. Debes consultar a tu médico para saber si tienes carencia de algún tipo de vitamina ya que es posible que durante antes del embarazo sea recomendable la toma de algún complemento alimenticio.
- Antes del embarazo debes realizarte análisis de sangre que permitan detectar si posees anticuerpos que protejan al feto de infecciones que pueden afectarle como la hepatitis, el sida, la rubeola, la toxoplasmosis, la sífilis…
- No abandonar la actividad física. Es conveniente que antes del embarazo mantengas una buena forma que te ayudará a soportar mejor el sobreesfuerzo que supone para el organismo la gestación y el parto. El ejercicio previo al embarazo te permitirá volver a tu rutina física de forma más sencilla tras el parto y recuperarás tu figura rápidamente. Naturalmente es muy posible que debas reducir el esfuerzo físico e incluso cambiar tu entrenamiento por otro centrado en las necesidades que tendrás durante el embarazo. Evita llegar a la extenuación.
- Aunque es conocido ya por todos no está de más recordar que los malos hábitos afectarán también a tu bebé, por lo que debes eliminar completamente el alcohol, el tabaco o cualquier otro tipo de drogas. El embarazo es una buena oportunidad para ponerte a prueba y abandonar estas malas costumbres. Si consigues hacerlo durante este período es muy probable que lo incorpores a tu vida postparto y puedas decir ¡adiós definitivamente a la nicotina!.
- Es muy conveniente que tu médico te informe si posees defensas contra enfermedades como la rubeola o la varicela. Si durante tu infancia no pasaste por ese mal trago es muy probable que debas vacunarte antes de quedarte embarazada. Pero atención porque las vacunas deben inocularse tres meses antes de la concepción, vacunarnos durante la gestación no tendría los mismos efectos sobre el feto por lo que es importante que cuentes con esta información lo antes posible.
- Tu ginecólogo es tu amigo. Debes realizar tantas visitas como consideres conveniente, no vaciles en hacerle todas las preguntas que tengas y resolver todas tus dudas. Él te acompañará en todas las etapas del embarazo y el postparto y puede aconsejarte en todos los aspectos: nutrición, ejercicios, salud, enfermedades…
- El embarazo produce también algunos riesgos bucodentales. La mayor ingesta y la segregación de algunos ácidos estomacales nos obligan a que nuestra boca y dientes deban estar siempre limpios por lo que es necesario aumentar el cepillado. Es conveniente realizar visitas habituales al dentista e informarle de nuestras intenciones, él nos aconsejará que medidas personalizadas debemos tomar ante el embarazo.
- La llegada de un niño cambiará también nuestra forma de relacionarnos con nuestra pareja, la familia y los amigos, por lo que debemos aprovechar el período de gestación para reforzar las relaciones y avanzar el nuevo escenario que surgirá con la presencia de un nuevo miembro.
- Más allá de lo físico y psicológico debemos calibrar el esfuerzo económico que supone tener un hijo. Es conveniente sacar cuentas y medir los medios materiales de los que disponemos ya que el bebé supondrá un gasto muy importante para la economía familiar.
Naturalmente las necesidades son muy variables según el caso, pero recuerda que los hábitos saludables son aconsejables no sólo por el hecho de estar embarazada sino que debes aprovechar para hacerlos tuyos y adoptarlos como forma de vida permanente. El embarazo es una buena excusa para empezar en este propósito pensando no sólo en tu propia salud sino también en la de tu hijo. Los especialistas médicos y tu entrenador personal pueden ayudarte mucho para afrontar esta etapa de la vida con vitalidad y la mejor de tus sonrisas, ¡suerte!.