La mitad de los bebés que nacen en España no eran esperados. El 50% de las parejas reconocen que no planificaron la llegada de un nuevo miembro a la familia aunque ello no significa que no fuera deseado. El principal motivo es el uso de un único método anticonceptivo en la pareja como el preservativo masculino frente a los hormonales femeninos.

Uno de cada dos embarazos que se producen en España no estaban planificados. Los expertos apuntan al uso de un sólo método profiláctico, normalmente el preservativo, como la causa de estos embarazos ya que en muchas ocasiones son utilizados por jóvenes con poca práctica, que lo usan tarde o se les rompe. Esto se impediría con el uso de métodos hormonales que en nuestro país es mucho menor que en otros estados occidentales.

Según la Sociedad Española de Contracepción (SEC) sólo el 21% de las mujeres españolas fértiles utilizan métodos anticonceptivos hormonales frente al 50% de Francia o el 40% de Alemania. El 16% de las españolas utiliza la píldora y el 5% combina métodos hormonales con el anillo o parche vaginal. Ante estas cifras los expertos reclaman un cambio en las políticas anticonceptivas que fomente los métodos hormonales más eficaces y seguros que el preservativo.

Los especialistas aseguran que los jóvenes conocen los métodos hormonales, por tanto están informados y saben dónde resolver sus dudas pero falta formación. Los tabúes y falsas creencias influyen decisivamente en optar por un método anticonceptivo u otro. Mitos como un aumento del vello, ganar peso, acné, infertilidad o una reducción del apetito sexual son habituales en referencia a los métodos hormonales y los médicos se encuentran con ellos cada día en sus consultas.

Sin embargo lo cierto es que anticonceptivos como la píldora tienen una eficacia del 99% y no sólo no producen acné sino que lo reducen al igual que el dolor menstrual y el sangrado y previenen enfermedades crónicas como el cáncer de ovario.

Los médicos reclaman una mayor formación de los especialistas para que actualicen sus conocimientos sobre los métodos anticonceptivos que van surgiendo y más información en centros de atención primaria, que suele ser el primer recurso del paciente para resolver sus dudas médicas, también en el terreno sexual.

Los ginecólogos advierten que estas consultas especializadas y personalizadas se está sustituyendo por la información que se obtiene a través de Internet pero que en ocasiones es incompleta o simplemente falsa, sin ningún criterio médico. Por ello recomiendan comprobar la fiabilidad de las fuentes y huir de foros en los que se muestran experiencias personales. Las preguntas más usuales de las españolas en la red son acerca de los anticonceptivos, su uso y efectos secundarios. La información del especialista es siempre la más ajustada y de mayor calidad que podremos encontrar.