Durante el embarazo el cuerpo sufre unas modificaciones que le permiten nutrir y sobretodo proteger el embrión.
Es por esto que después del embarazo muchas mujeres quieren realizar una dieta que les permita recuperar su constitución anterior y perder los kilos y la masa corporal que han ganado durante el periodo de embarazo.
En primer lugar es preciso tener en cuenta que la forma de los pechos, la cintura ancha, la cadera abultada y el abdomen pronunciado, son una consecuencia directa del reciente periodo de embarazo, hay que tener en cuenta también que, inmediatamente después del embarazo empieza el período de lactancia del bebe y con este periodo de lactancia el cuerpo pierde gran cantidad de grasas, calorías y volumen que son los básicamente los nutrientes con los que se alimenta el bebé.
Es por este motivo que no es aconsejable dejar de comer ya que el bebé necesita de todos estos nutrientes para acabar de desarrollarse de una forma sana.
Teniendo en cuenta que la lactancia se ocupa de bajar la mayor parte del peso ganado durante el embarazo, es preciso que este período beneficie tanto al bebé como a la madre por lo que se recomienda alimentarse de una forma equilibrada y realizar algún tipo de ejercicio de forma moderada y continuada.
Por otro lado es necesario tener en cuenta que como todo proceso es lento y requiere su tiempo, pero se puede recuperar la figura original más rápidamente si en la dieta se incluyen aquellos alimentos necesarios para el organismo como los carbohidratos, el arroz, las pastas etc. ya que contribuyen en mantener los niveles de azúcar en la sangre proporcionando la energía que el cuerpo necesita.
Las proteínas son otra de las sustancias que el cuerpo necesita para su correcto funcionamiento. Entre ellas se recomiendan aquellas carnes rojas que no contengan grasa, la carne de pollo, el pescado y los lácteos descremados, siempre evitando los consumos innecesarios de grasa.
Por otro lado, las fibras provinentes de los cereales, las verduras y la fruta también son muy sanos y necesarios tanto para el correcto funcionamiento del organismo, como para perder estos kilos de más, ya que las fibras contribuyen en la digestión del resto de sustancias.
Los hábitos alimentarios también son muy importantes ya que pueden provocar situaciones de ansiedad y éstas pueden desembocar en atracones de comida que no son convenientes. Es necesario comer de una forma equilibrada cuatro veces al día y no saltarse ninguna comida, evitando posibles molestias estomacales y garantizando un constante aporte de energía en el organismo.
En todos los casos, se aconseja acudir a un especialista que pueda diseñar una dieta partiendo de tus características físicas ya que así es más probable garantizar no solo el hecho de adelgazar, sino también el hecho de gozar de un buen estado de salud necesario tanto para la madre como para el bebé que aún se nutre de ella.