Conocido como el implacable chef de Pesadilla en la cocina el británico Gordon Ramsay tiene un paladar muy difícil de satisfacer. Sus críticas pueden hundir al mejor restaurante. Desde Londres mueve los hilos de la gastronomía internacional y es allí donde también ha encontrado algunos de los restaurantes que más le gustan. Si tienes previsto visitar Londres y quieres conocer alguno de estos lugares tal vez te encuentres con Ramsay y podáis compartir menú.
Pasar un sólo día con el chef Gordon Ramsay es vivir toda una experiencia culinaria. Conocido por sus realities televisivos este chef tiene en Chelsea su restaurante más querido ¡y tiene 28 por todo el mundo!. Lo primero que hace este cocinero es comprobar que su negocio, el restaurante Gordon Ramsay está preparado para afrontar un nuevo día. A primera hora repasa menús y comprueba que las 14 mesas del local están dispuestas para recibir a los comensales de la jornada. Por 95 libras disfrutaremos de un menú compuesto de seis primeros platos, seis segundos y seis postres. Todo ello regado con alguno de los vinos que encontraremos en su extensa carta de… ¡33 páginas!, vinos de todo el mundo: Italia, España, Francia, Estados Unidos, Japón…
Una vez revisado el servicio de su restaurante el chef se dirige a Londres donde tiene algunos de sus restaurantes favoritos. Nada mejor que empezar con un buen desayuno típicamente británico en el VQ, uno de pocos locales abiertos las 24 horas del día al que acuden muchos otros cocineros cuando acaban la jornada. Pero este lugar es más conocido por sus desayunos al más puro estilo inglés con huevos fritos, bacon y alubias con tomate. Un desayuno fuerte para resistir todo el día, algo que Ramsay practicaba a menudo en el VQ cuando trabajaba en el restaurante londinense Aubergine.
Ramsay pasa la mañana merodeando por el mercado de Borough Market, un laberinto de paradas de pescado, carne, setas, verduras… de todo y de todos los lugares del mundo. Es el mercado del que se abastecen muchos de los restaurantes más afamados de la ciudad desde hace décadas, no en vano es uno de los más grandes y antiguos que se conservan. Ramsay tiene en Konditor & Cook una de sus pastelerías preferidas y en la tarta de limón Lemon Chiffon Cake un recurso habitual que el chef regala a sus amigos.
Antes de comer Ramsay visita el restaurante Chez Bruce conocido por sus vinos con una de las cartas más completas de todo el país. Al vino suele acompañarle uno de variados quesos que le han hecho tan conocido en la ciudad. Para llegar hasta allí es necesario atravesar Hyde Park pero también otro parque menos conocido, el de Wandsworth Common, que data del siglo XI y junto al cual el chef tiene su apartamento. A menudo por las tardes hace running por el parque, que cuenta con grandes extensiones de césped y lagos.
A mediodía Ramsay suele comer en el Union Street Café, junto al río Támesis este restaurante mezcla el pasado industrial de la antigua City con el lujo de los restaurantes exclusivos. Ejecutivos financieros y camareros en zapatillas de deporte marcan el ambiente hipster de este local de comida italiana de Southwark donde Ramsay suele pedir la Burrata d’Andria, pomodore misti y piñones que degusta en una de las mesas situada al lado de los enormes ventanales orientados al río.
Después de comer y conversar hasta las cinco de la tarde, como buen inglés Ramsay también toma el té. Pero como todo lo que come o bebe este cocinero también esta costumbre social ha sabido llevarla hasta ser una experiencia gastronómica. En el salón de té de Picadilly llamado The Wolseley podemos tomarnos un té al estilo inglés con tazas de fina porcelana y bandejas plateadas de varios pisos donde están los famosos dulces scones. Un ambiente sofisticado al que suelen acudir famosos, políticos, empresarios y muchos cocineros. Si aprovechamos la hora del Afternoon Tea podremos acompañar nuestra bebida con champagne por parte de la casa.
La catedral de San Pablo y el Tate Modern, el cercano museo de arte moderno, son dos de los iconos londinenses entre los cuales Ramsay ha paseado incontables ocasiones. Con frecuencia el chef atraviesa el Puente del Milenio para visitar las exposiciones de arte más vanguardistas que llegan a la capital británica, eso sí, siempre desplazándose en bicicleta. Nada de automóviles o metro, el chef Ramsay es un convencido de la bici y aprovecha siempre que puede para alquilar una en el servicio público, que funciona con gran éxito, y desplazarse allí donde quiere, como por ejemplo la tienda London Bicycle en Gabriel’s Wharf, un pintoresco refugio para los amantes del pedal.
Hoy es viernes y por tanto toca cenar curry. Es uno de los platos preferidos de Ramsay y una de las comidas de moda en el cosmopolita Londres, donde podemos degustar menús de cualquier punto del Planeta. La afluencia de inmigrantes asiáticos ha hecho de Brick Lane o Banglatown como se le conoce popularmente, uno de los barrios más vibrantes de Londres, con mercados callejeros, tiendas vintage, arte y restaurantes. Ramsay acaba aquí el día comiendo curry, el mejor del mundo después del de la India dice, y escuchando música en el Old Brewery Truman, un laberinto de callejones tomado por jóvenes artistas que organizan festivales de música y mercadillos como el Sunday UP Market.
Ramsay comenzará de nuevo el día siguiente poniendo en orden su restaurante de Chelsea, la supervisión continua y un alto nivel de exigencia han hecho de este chef uno de los más reconocidos del mundo por su trabajo en los fogones aunque para muchos será siempre el cocinero gruñón de Pesadilla en la cocina.