Conocido como sándwich o emparedado, esta comida rápida basada en dos rebanadas de pan de molde es uno de los legados de la cocina inglesa. Desde allí se ha extendido por todo el mundo. Los hay de todos los tipos, fríos y calientes, con verdura, carne, hortalizas, quesos, salsas variadas… Te descubrimos cuál es su sorprendente origen y cómo se ha ido perfeccionando.
En 1762 el inglés John Montagu, IV Conde de Sándwich, vivía una vida relajada muy por encima de la media de la población de su país. Su posición aristocrática y su acaudalada caja fuerte le permitía vivir desinhibido. Una de sus mayores aficiones eran las apuestas en los juegos de cartas. Podía pasar horas y horas sin levantarse jugando una mano tras otra. Sin embargo también era un buen comedor. Durante una de las timbas pidió que le trajeran algo sencillo para comer que pudiera ingerir mientras jugaba y sin mancharse las manos. Así que pidió que le sirvieran algo de carne entre dos rebanadas de pan. Este original tentenpié fue bien recibido por el resto de jugadores que le pusieron el nombre del Conde: Sándwich.
Algunos sitúan este momento en otro lugar, en Aquisgrán (Alemania) donde en 1748 el Conde participaba en una conferencia de paz que debía poner fin al enfrentamiento entre Reino Unido y Francia por la sucesión en el trono austriaco.
Sin embargo algunos documentos corroboran la primera versión. En 1762 el historiador Edward Gibbon recogía en uno de sus diarios como se sorprendió al ver en una cafetería a dos aristócratas comiendo algo que denominaban sándwich, consistente en carne fría entre dos rebanadas finas de pan, mientras bebían ponche y discutían sobre la situación política. A Gibbon le llamó la atención esa comida que no parecía propia de la sofisticación de un noble. El uso del sándwich se popularizó y pronto llegó a todos los segmentos sociales. Se fabricaban moldes de lata para obtener finas rebanadas y rápidamente el pan de molde ganó terreno al pan en barra y al rústico. La idea se exportó con éxito al continente europeo aunque en Italia y Francia los campesinos se mostraban reticentes a abandonar su clásica baguette o sus panes tradicionales. En 1840 dio el salto y se extendió por Estados Unidos. Actualmente un descendiente del Conde ha registrado el nombre de sándwich con el fin de sacarle rédito económico a la idea de su antepasado.
Los sándwiches son hoy una de las comidas rápidas más extendida y sólo en Inglaterra representa un tercio del mercado de este tipo de restaurantes y cada año se consumen millones de ellos. Los hay de infinidad de tipos y aunque en un principio deben comerse con las manos, como pidió el Conde, algunos son tan grandes y complejos que se comen con cubiertos. En algunos países se hace así también por costumbre. El sándwich ha resultado la comida ideal para los paseos y estancias en el campo o para preparar picnics junto al mar.
El sándwich se ha extendido enriqueciendo su receta original con otras con ingredientes y productos propios de cada lugar y con diferentes tipos de pan. En España encontramos el bocadillo que utiliza una barra de pan en lugar del pan de molde y son tanto fríos como calientes. También en latinoamérica existe una gran variedad: la torta de pan de bolillo en México, el trancapecho en Bolivia, en Perú están las ‘sangücherias’ que preparan lomo salteado y pollo a la brasa dentro del emparedado y en Chile reciben el nombre de expresidentes como el Ramón Barros Luco de ternera y queso fundido. La variedad se multiplica por que las posibilidades son infinitas.