Receta de Tarta de Limón con Leche Condensada

Tarta de Limón con Leche Condensada

La receta de tarta de limón con leche condensada es una variante de la “tarta de limón” de procedencia francesa. Esta variante, además de ser riquísima es muy sencilla y rápida de hacer y su resultado es sorprendente.

Receta de Tarta de Limón con Leche Condensada

Tiempo Total: 20 Minutos

Ingredientes

  • Base de pasta brisa: 1 lámina
  • Limones: 2 medianos
  • Huevos: 3 unidades
  • Azúcar: 5 cucharadas soperas
  • Leche condensada: 500 gramos (1 lata mediana)

Preparación

  • En primer lugar se extiende la pasta brisa en el interior del molde procurando que queden las paredes de la tarta de unos dos centímetros de altura aproximadamente
  • A continuación se pone en el horno y se cuece a 180 grados hasta que la pasta quede dorada. Cuando la masa ha cogido color se retira del horno y se deja enfriar
  • Por otro lado se prepara la crema de limón que irá en el interior de la tarta. Para ello se separan las claras de las yemas de los huevos y se disponen en recipientes separados reservando las claras para más tarde
  • Las yemas se ponen en un bol junto con la piel rallada de uno de los dos limones previamente rallado y se remueve todo bien removido
  • A continuación se añade la leche condensada y el jugo de los dos limones previamente exprimidos y se remueve todo nuevamente con unas varillas procurando que queden todos los alimentos bien ligados
  • Una vez que la crema de limón está lista se vierte en el interior de la pasta procurando que no se derrame por los lados
  • Por otro lado se vuelve al recipiente que contiene las claras de los huevos que se han reservado al principio y se les añade el azúcar. Se baten los dos ingredientes juntos a la vez que se cuecen al baño maría hasta obtener un merengue bien consistente y brillante
  • Una vez que el merengue está listo se dispone encima de la tarta procurando que quede toda la parte superior bien cubierta y se pone la tarta en el horno previamente calentado a 160 grados
  • Cuando el merengue empieza a quedar doradito se retira la tarta del interior del horno y se deja enfriar a temperatura ambiente y luego en el frigorífico hasta el momento de servir