Si has decidido hacer dieta o seguir unas pautas de alimentación determinadas seguro que hay tres términos que no dejan de aparecer en las explicaciones: los carbohidratos, las proteínas y las grasas. Pero ¿qué son y qué hacen? Para que entiendas un poco mejor el porqué de cada dieta, aquí te presentamos una guía rápida de estos tres componentes.
- Los carbohidratos: Son un elemento básico de la alimentación y los encontramos en los azúcares, almidones y la fibra. Su función principal es la de darte energía y también la reserva necesaria de esa energía, gracias al almidón y la glucosa.
Y ¿dónde los encontramos? Están en una amplia variedad de alimentos, sobretodo en el pan, las alubias, la leche, las palomitas de maíz, las patatas, las galletas o la pasta. Cada vez que ingieres azúcares, fibras o almidones estás consumiendo hidratos de carbono. - Las proteínas: Otro de los elementos esenciales para seguir funcionando cada día y para que nuestro organismo esté sano. Las proteínas se encargan de hacer el metabolismo de nuestras células y por tanto tienen una función energética, de transporte, hormonal y estructural y regulan el PH, además de otras funciones. Hay muchas dietas que se basan en las proteínas para adelgazar, pero se tendría que tener un control médico.
Comer tanto carbohidratos como proteínas es muy importante para tener una buena salud porque cada uno de los dos nutrientes hace una función esencial en nuestro cuerpo. No tendrías que seguir ninguna dieta que prescindiera del todo de ninguno de los dos, porque eso sería poner en riesgo tu salud. Una buena dieta contendrá tanto carbohidratos como proteínas. Para encontrar la fuente de las proteínas ten en cuenta que éstas pueden ser de origen animal o vegetal como los huevos, aves, pescados, carnes y productos lácteos y la soja, los frutos secos, champiñones, legumbres y cereales, los huevos, el pescado como el bacalao, el queso o el jamón curado, respectivamente.
- Las grasas: también llamadas lípidos son una parte importante de la alimentación y aunque siempre son vistas como las malas de la película, lo cierto es que también aportan cosas buenas al organismo. Los lípidos son nutrientes indispensables para mantener sano el organismo y tienen que consumirse a diario. Eso sí, sin exceso, porque demasiada cantidad de grasas puede provocarte colesterol y sobrepeso.
Es por esto que hay que distinguir entre los lípidos o grasas “buenas” y las “malas“, que son las menos naturales. Los lípidos de los que no hay que abusar se encuentran en las carnes rojas, blancas, embutidos, hígado, riñón, pescado de río, leche, mantequilla, quesos, huevo, grasa de animal, salsas elaboradas como mayonesa o salsa blanca, entre otros.
Y las grasas buenas que ayudan a controlar el colesterol son: los ácidos grasos insaturados (ácido omega 3, omega 6 y omega 9), el pescado de mar, legumbres, cereales integrales, aceites derivados de semillas (oliva, girasol, uva, maíz) o las margarinas no hidrogenadas.
Es por eso que una dieta ideal deberá contener unos porcentajes correctos, siguiendo aproximadamente los valores de esta tabla:
- Entre 50 y 70% de carbohidratos
- Entre 10 y 20% de proteínas
- Entre 20 y 30% de grasas
No olvides que hay que comer de todo, con unas cantidades moderadas y sobretodo, hacer ejercicio para mantener la dieta y hacer que tu cuerpo esté sano.