Entre los cítricos que durante el verano llenan las estanterías de las fruterías se encuentra el pomelo, también llamado toronja. Esta fruta es en realidad un potente diurético que favorece la expulsión de líquidos por lo que es recomendada habitualmente en dietas de adelgazamiento. Posee una importante capacidad saciadora y muchas menos calorías que otros cítricos como la naranja.
Es posible que cuando escuches hablar del pomelo te venga a la cabeza algún tipo de dieta de adelgazamiento. Contiene un 90% de agua lo que le otorga una enorme capacidad para saciar el estómago aportando muy pocas calorías, menos que las mandarinas, la naranjas o los limones. Sus compuestos ayudan a regular los niveles de insulina lo que la hace en un alimento indispensable para diabéticos.
El pomelo contiene antioxidantes que retrasan el envejecimiento de las células, potasio, magnesio, ácido fólico, vitamina C y ácidos como el oxálico o el málico. Aunque es cierto que el pomelo ayuda a expulsar líquidos las dietas basadas únicamente en la ingesta de esta fruta pueden ser altamente perjudiciales para la salud ya que no estaremos aportando una variedad de nutrientes ni calorías en cantidades suficientes al organismo. Si bien en este tipo de dietas es necesario beber grandes cantidades de zumo de pomelo el régimen debe ser personalizado y adaptado a nosotros con la ingesta de otros alimentos que aporten otros nutrientes.
Una variante de la dieta del pomelo es la dieta del limón que propone el ayuno y la ingesta únicamente por las mañanas de varios de estos cítricos sin azúcar bajo la creencia falsa de que sus ácidos eliminan las grasas. Ni el pomelo ni el limón ayudan a eliminar esa grasa sobrante pero sí a eliminar el exceso de líquidos que sin embargo es un peso que se recupera rápidamente.
El gran inconveniente del pomelo es su amargo sabor que hacen que su consumo sea muy limitado a pesar de su riqueza nutricional. Con el objeto de aumentar la ingesta de estas frutas un equipo de la Universidad Politécnica de Valencia (UPV) está desarrollando un proyecto para extraer polvo de pomelo que pueda ser utilizado como si se tratara de una especia o bien en forma de aperitivo, en un intento de hacer más atractivo este cítrico. Con cada 100 gramos de pomelo se obtienen 15 de pomelo en polvo y con la mitad de esta cantidad podemos sazonar por ejemplo una ensalada, lo que equivaldría a tomar el zumo de medio pomelo. De esta forma nos beneficiamos de sus nutrientes de una forma algo más dulce.
El pomelo contiene más naringenina que otros cítricos, esta substancia permite al hígado disolver mejor los ácidos grasos mejorando los niveles de insulina de los diabéticos. Por el contrario se ha comprobado que su ingesta aumenta la presencia en sangre de algunas drogas cuando se mezcla su consumo llegando incluso a impulsar la sobredosis, por lo que es necesario informar al médico en caso de mezclarlo con medicamentos. Su administración de forma controlada permite paliar los efectos secundarios que algunos fármacos tienen sobre pacientes que acaban de sufrir operaciones importantes como un transplante.
Si el pomelo todavía es un desconocido para ti prueba a incorporarlo a tu dieta en forma de zumo y descubrirás los beneficios inmediatos que reportará a tu sistema digestivo, recuerda que aunque su sabor sea amargo sus escasas caloría te dejan margen para endulzarlo un poco…