La protección solar en otoño y en invierno

Vamos a cambiar las agujas del reloj, lo que supone perder una hora de sol al día. Llegan los días más cortos, la lluvia y las nubes más grises y el frío. Además, seguramente trabajes en una oficina donde tu exposición a los rayos solares es ínfima, así que por todo esto crees que no hace falta protección para tu piel.

Protección solar en otoño y en inviernoPero la Asociación Española de Dermatología y Venerología (AEDV) explica varias cosas. La primera es que el sol es imprescindible para sintetizar la vitamina D, que ayuda a mejorar la respuesta muscular y, entre otras cosas, a la respiración en los asmáticos. Esta vitamina es la más importante que nos llega “des del cielo”, pero en estos meses más fríos puede que no te des cuenta si te pasas de minutos expuesto al sol sin protección. La OMS y también la Comisión Europea (EC) recomiendan intercalar la manera como nos ofrecemos a él y establecer unos meses donde lo tomamos con protección (evidentemente, los de verano) y otros (los del otoño e invierno) donde nos podemos exponer a él sin protección y mostrando manos, cuello, brazos y la cara entre 5 y 30 minutos.

Es importante estar expuesto al astro padre, porque los beneficios sobre la salud están más que demostrados, incluso por encima de las consecuencias negativas de las que siempre oyes hablar. Por ejemplo, la Sociedad Europea de Investigación Dermatológica (ESDR) remarca los beneficios de la exposición a los rayos ultravioletas y su relación directa con la reducción del riesgo de angina de pecho, porque el sol dilata los vasos sanguíneos y disminuye la presión arterial. Pero a día de hoy los expertos en dermatología no tienen una tesis clara entre el tiempo de exposición y su relación con la protección que debemos usar.

Pero no olvides que, si en los meses más fríos sales a la calle y el sol brilla, es muy recomendable usar una crema hidratante con protección UVA. Y más si practicas deportes al aire libre o en la montaña. Eso sí, este sol que empieza ahora y no nos dejará hasta el próximo verano, es el mejor amigo que podríamos tener, porque calienta, es muy beneficioso para la salud, te aporta vitaminas esenciales y es muy difícil que te queme.

Otra variante a tener en cuenta en su influencia negativa o positiva tiene que ver con el ángulo con el que nos llegan sus rayos. Y en líneas generales, la Sociedad Española de Astronomía (SEA) explica que la influencia más negativa del sol llega entre los meses de marzo y septiembre, aunque todo depende del punto geográfico donde nos encontremos.

Lo mejor de estar expuesto al sol durante estos meses donde tenemos menos horas de luz porque esto te ayuda a producir cortisol y es beneficioso para todas las enfermedades que implican inflamación y dolor (reuma, artritis…) y además segregarás serotonina, que regula los estados de ánimos.

Ahora que empezarás a despedirte del sol, no dudes en perseguirlo los días en los que te venga a visitar.

Autor: mireiab
Título: La protección solar en otoño y en invierno
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Categoría: Artículos sobre Salud, Salud
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