Durante la época estival podemos disfrutar de una de las frutas de temporada más nutritivas y con menos calorías. Las fresas agradan a casi todos y son una de las mejores formas de conseguir que los más pequeños coman fruta, pero además es un potente antioxidante, mejora el tránsito intestinal y la salud de la boca… ¡por no hablar de la infinidad de posibilidades que ofrece en la cocina!.
La presencia de fresas de temporada en nuestras fruterías marca el inicio de los meses de calor de la primavera y el verano. Es una fruta refrescante y divertida muy apreciada por los niños que pueden tomarla en forma de batidos, en pasteles, para merendar o en ensaladas y guarniciones. Como casi todas las frutas contiene un alto porcentaje de agua pero también hidratos de carbono y fibra. Nutricionalmente las fresas aportan vitaminas C y E, ácido fólico, potasio y betacarotenos.
Los antioxidantes que contienen las fresas son un potente agente antienvejecimiento que bloquea los radicales libres responsables de la degradación de las células y previene la aparición de algunos tipos de cáncer y enfermedades cardiovasculares. Esto se debe a que esta fruta contiene antioxidantes en sus pigmentos naturales como los flovonoides y compuestos de ácidos orgánicos como el málico, salicílico y oxálico.
Las fresas son muy recomendables para las personas que padecen anemia ya que tienen un alto índice de vitamina C, que ayuda al organismo a absorber el hierro. El ácido fólico es un elemento esencial en las mujeres embarazadas o en edad fértil ya que favorece la división de las células y permite prevenir la espina bífida. La presencia de fibra en las fresas no sólo favorece el tránsito intestinal sino que combate la aparición del cáncer de colon, mantiene los niveles de colesterol y aporta glucosa natural a la sangre.
Aunque el ácido oxálico las hace contraindicadas para las personas con insuficiencia renal pero sí son muy aconsejables para evitar la retención de líquidos, la hipertensión o la gota ya que favorece el proceso de diuresis. Incluso pueden producirse algunos casos de alergia entre los intolerantes a los saliciliatos, un compuesto químico presente en medicamentos como la aspirina.
Las personas con deficiencias oculares, especialmente las debidas al envejecimiento, encontrarán en las fresas grandes cantidades de los pigmentos luteína y zeaxantina que mejoran las transmisiones de la vista. El xilitol, un compuesto utilizado para dentífricos y enjuagues bucales también se encuentra en la composición de las fresas con los consiguientes beneficios para nuestra boca, evitando el desgaste del esmalte de los dientes. También tienen efectos beneficiosos sobre la salud cardiovascular. Aprovecha este verano para descubrir todo lo positivo que las fresas pueden aportar para tu salud y sus innumerables usos en la cocina, desde la repostería de pasteles y bizcochos hasta zumos, batidos, yogures, helados, ensaladas…