En muchas ocasiones las pastillas para adelgazar pueden convertirse en ineficientes y peligrosas. Por eso siempre te aconsejamos que antes de consumirlas debes consultar con un profesional serio y responsable.
Bajo la venta de las pastillas para adelgazar se esconde la ilusión de poder bajar de peso en muy poco tiempo. Son diuréticas, quitan hambre, con sensación de saciedad, quemadores de grasas, pero en realidad pueden tener otros efectos colaterales poco favorables para el organismo.
El deseo de ser delgada parece ser una necesidad de todo el mundo, lamentablemente para alcanzar este objetivo a veces se realizan acciones que son malas para la salud, consumiendo productos muy publicitados que no son del todo garantizados.
La realidad es que la mayoría de las pastillas sirven de muy poco, cuentan con ingredientes de origen natural y se comercializan sin la receta de un médico, entonces se toman sin control causando efectos secundarios graves.
Dentro de los diferentes tipos de pastillas mágicas encontramos:
- Diuréticos y laxantes: pastillas o infusiones creadas a partir de dientes de león, té verde, abedul, alcachofa, ciruela, etc.
- Disminución de la absorción de grasas: son las que sirven para disminuir o impedir la absorción de las grasas que consumimos por el organismo.
- Pastillas que quitan el hambre: contienen fibras especiales que se expanden dentro del estómago causando una sensación de saciedad. Pueden ser peligrosas para las personas que tiene su intestino delicado.
- Pastillas para aumentar el gasto energético: Estas pastillas generalmente no tienen buenos resultados. Ten presente que para quemar más calorías debemos movernos, aumentando la temperatura del cuerpo. Hacerlo estando en una actitud sedentaria es casi imposible de lograr.