Acelerar el vaciamiento del estómago, el paso de la comida al intestino delgado, ayuda a adelgazar. Esa es una de las conclusiones del estudio dirigido por la especialista en digestivo del Hospital del Mar la doctora Silvia Delgado, en el que han participado, además de su equipo y sus pacientes, servicios de Vall d´Hebron y el Clínic.
Gracias a las gammagrafías que se llevaron a cabo en el estudio, se pudo comprobar el efecto del antibiótico durante todo el proceso de digestión y como al final de este proceso, el paciente había ingerido unas 135 kilocalorías menos que sin el efecto del antibiótico.
Sin olvidar que se trata de un medicamento, esto descubrimiento abre las puertas a una nueva vía para poder tratar el problema del sobre peso y la obesidad que, cada vez más jóvenes de entre 20 y 30 años padecen y que suelen conllevar problemas de hipertensión y diabetes.
Los medicamentos que se investigan pretenden disminuir el hambre o incidir en la sensación de saciedad. De esa forma, la persona obesa podría comer con moderación e incluso adelgazar sin estar siempre en contra de sus sensaciones. Pero cuando se influye en el sistema nervioso, también se afectan otras funciones que no se quieren tocar, como el ánimo, o la sensación de placer. Y además, “cada vez que controlas una vía, el organismo busca otro camino para volver a lo de antes, es un sistema redundante y hay muchas vías implicadas”, indica la doctora Delgado.