Según un nuevo estudio publicado en la revista Journal of Clínical Oncology, la práctica constante y moderada de ejercicio físico acompañada de una dieta sana y equilibrada reducen significativamente las muertes provocadas por el cáncer de mama.

Desde el 1990 hasta el 2000, más de 1000 mujeres a las que se les había diagnosticado cáncer de mama en una fase inicial y que ya se habían sometido a los correspondientes tratamientos de quimioterapia y radioterapia, se sometieron a una investigación para comprobar como la forma física y la dieta podían influenciar en la mejora de su salud.

Así fue como los estudios pudieron afirmar que la practica de ejercicio físico regular y el seguimiento de una dieta equilibrada podía disminuir la tasa de mortalidad en mujeres que padecieron cáncer de mama. Otro dato significativo fue que la reducción de la tasa de mortalidad se dio tanto en las mujeres que sufrían de sobrepeso como en las mujeres que tenían un peso considerado normal.

Otro aspecto destacable fue que esta reducción de mortalidad no se observó en los grupos de mujeres que seguían solo una de las dos consignas o bien hacían deporte o bien estaban a dieta. En estos casos, la tasa de mortalidad se mantuvo y no bajo.

Según Jhon Pierre, responsable de los estudios, es preciso que los oncólogos tengan presentes estas investigaciones y que revisen los estilos de vida de sus pacientes para propiciar un aumento de salud y una prolongación de su vida.