David Bueno, investigador de genética de la Universidad de Barcelona, asegura que las reacciones bioquímicas que experimenta el organismo cuando un sujeto entra en fase de enamoramiento mejoran el estado de salud y fortalecen el sistema inmunológico.
El enamoramiento es un conjunto de reacciones bioquímicas y conexiones neuronales que se dan en el cerebro y que provocan que las personas se sientan diferentes, más alteradas de lo normal, aunque este estado de ánimo “diferente” puede ser distinto dependiendo de cada persona.
En este proceso bioquímico existen varios estadios o fases. En primer lugar, se produce el “flechazo” en el que el organismo segrega feromonas que son las hormonas sexuales encargadas de crear sensación de atracción. En la segunda fase, se “asegura la atracción” a través de la activación de las dopaminas.
Todo el proceso de enamoramiento pone en marcha los mismos mecanismos que se activan cuando una persona se vuelve adicta a una sustancia, es por esto que David Bueno declara que el amor es en realidad una adicción que a diferencia de otro tipo de adicciones (adicciones a sustancias, etc.) tiene un tiempo más limitado, entre dos y tres años. Pasado este período de enamoramiento, los estímulos se van saturando y el proceso bioquímico cambia para pasar a un estado en el que el placer y la tranquilidad son las sensaciones más destacadas.