Te volvemos a hablar de la dieta mediterránea. Sí, ésa que es tan sana y de la que tantas maravillas se dicen. Pues bien, ahora además te diremos que seguir esta dieta reconocida como Patrimonio Cultural inmaterial por la UNESCO te puede servir hasta para apaciguar la predisposición genética de sufrir un ictus, tal y como acaba de demostrar una investigación liderada por el director del laboratorio de Nutrición y Genómica de la Universidad de Tufts (EEUU), José María Ordovás.
Este estudio es el primero que pone de manifiesto que una opción dietética basada en nuestros productos más próximos puede por sí misma contrarrestar una determinada ‘influencia’ que, desde el ADN, favorece la aparición de un infarto cerebral. Esto es un paso importante en el avance de la nutrigenómica, la ciencia que estudia las relaciones entre la dieta y los genes y su impacto en la salud.
Lo más importante es que el estudio revela que para que sea efectiva tienen que combinarse todos los elementos. No sólo es gracias a la ingesta de aceite de oliva, legumbres o la fruta de temporada, sino el hecho de tomarlo todo de forma periódica lo que da la protección.
El equipo de investigadores subraya que querían averiguar el papel que desempeñaba la genética en los beneficios cardiovasculares asociados a la dieta. Para ello se hizo un seguimiento a largo plazo a más de 7.000 personas. Sus análisis mostraron que alrededor del 14% de los individuos estudiados eran portadores de dos copias de la variante genética, lo que aumentaba significativamente su riesgo de padecer problemas metabólicos. Sin embargo, al cruzar estos datos con los hábitos alimenticios de los participantes, los investigadores comprobaron que la dieta tenía un efecto clave a la hora de modular esta influencia de la genética.
Es así como se dieron cuenta que los individuos que portaban la doble mutación y no seguían una dieta mediterránea tenían muchas más posibilidades de presentar niveles altos de glucosa y colesterol y quienes sí seguían al dedillo la típica alimentación mediterránea no tenían este riesgo independientemente de lo que decían sus genes. Incluso, como comprobaron los investigadores, la dieta mediterránea era capaz de proteger a sus seguidores frente al infarto cerebral.
La Doctora Dolores Corella, investigadora de la Unidad de Epidemiología Genética y Molecular de la Universidad de Valencia explica también que con esta dieta, el riesgo de ictus de las personas que portaban dos variantes del gen era igual al de las personas que no poseían estas alteraciones. Pero que en todo caso los ictus eran hasta tres veces más frecuentes en los participantes que tenían dos copias de la mutación y no seguían el patrón mediterráneo si se les comparaba con aquellos que no poseían la doble variante en su ADN.
Los investigadores aún no han podido explicar exactamente porque la dieta mediterránea parece proteger más frente a los infartos cerebrales que de otros problemas vasculares, pero la investigación continúa y lo más importante es que, como ya sabíamos, nuestra alimentación sigue afianzándose no sólo como la más saludable, sino como la que mejor puede proteger nuestro organismo.
Y para ti, ¿qué plato mediterráneo es el más completo?