Según un estudio llevado a cabo por el Instituto Nacional de Salud Estadounidense, la mayoría de ancianos de Estados Unidos continúan teniendo una vida sexual activa a pesar de los problemas sexuales relacionados con la edad que afectan aproximadamente a la mirad de ellos.

El estudio revela que tres cuartas partes de las personas de entre 57 y 64 años afirmaron ser sexualmente activas comparado con la mitad de la población de entre 65 y 74 años y un cuarto de la población de 75 y 85 años que afirmaron lo mismo.

Además de las estadísticas, la investigación también reveló la influencia del impacto que tienen problemas como los derivados de la artritis, la diabetes, la hipertensión u otros problemas de salud parecidos y propios de esta edad como pueden ser los problemas de erección. Por norma general, esta clase de problemas suelen ser una de las principales causas de la disminución de la vida sexual aunque, por suerte, no acaben con ella.