Científicos británicos y surcoreanos han conseguido demostrar que la oxitocina, una hormona que segregamos cuando estamos enamorados, ayuda a las personas con anorexia a combatir su transtorno. Los investigadores creen que la oxitocina podría utilizarse para evitar la obsesión de los anoréxicos por los alimentos ricos en calorías, por las formas gruesas e incluso puede mejorar su buen humor. Las pastillas del amor ya están en el laboratorio.
La revista Pyschoneuroendocrinology ha publicado un experimento llevado a cabo por investigadores europeos y surcoreanos en el que se administró oxitocina mediante un spray nasal a 30 pacientes con anorexia y 33 sin ella. Después se les hizo visionar imágenes relacionadas con formas delgadas y gruesas, con diferentes pesos y alimentos con muchas y pocas calorías. Los pacientes mostraron una menor obsesión por las curvas y formas de gran tamaño. En otro experimento publicado en Plos One los investigadores hicieron que los pacientes visionaran imágenes relacionadas con estados de ánimo. Después de tomar la hormona las personas anoréxicas mostraban menos fijación por las imágenes de ira, enfado o enojo y simplemente se ponían en alerta.
El profesor Youl-Ri-Kim de la Universidad Inje (Inje) de Seúl considera que esto prueba que la llamada “hormona del amor” puede utilizarse para combatir la anorexia no sólo en sus aspectos físicos sino también en el plano comunicativo. La anorexia comporta no sólo un problema alimenticio sino también social, ya que los anoréxicos tienden al aislamiento y a cortar puentes con su entorno y puede conllevar una enfermedad mental. La mayoría de los pacientes han desarrollado un proceso de aislamiento social muy temprano, anterior a la adolescencia y a la aparición de su transtorno.
El Instituto King’s College (KCL) de Londres ya está probando la oxitocina de forma experimental en algunos pacientes con anorexia basándose en los pacientes con transtornos psiquiátricos y en el uso de esta hormona para mitigar la ansiedad de aquellos que padecen autismo. Los investigadores destacan la importancia del factor emocional que puede aportar la oxitocina ya que el estado de ánimo tiene una gran influencia en el desarrollo dela anorexia.
La oxitocina es una hormona que el organismo segrega de forma natural cuando existe una atracción sexual o durante el parto y la lactancia en el caso de las mujeres. La anorexia se ha convertido en una gran preocupación en el ámbito de los nutricionistas ya que el desequilibrio mental que produce es una de las primeras causas de mortalidad relacionada con enfermedades mentales y una de las principales causas de suicidio.
La anorexia puede evitarse mediante un conocimiento exhaustivo de los aportes calóricos de los alimentos y su importancia dentro de una dieta equilibrada. El ejercicio físico y evitar el sedentarismo son los mejores acompañantes para una buena dieta. Pero no debemos obsesionarnos, hay que recordar que el secreto no está sólo en qué comemos sino en cuánto comemos. No hay alimento prohibido sino cantidades inadecuadas. La eliminación radical de un alimento es siempre un error mas si no sustituimos sus aportes nutricionales por nada más o por otros alimentos que no desequilibren la balanza de la dieta.