El yogur es un alimento básico para tu dieta y su consumo diario ayuda a tu aparato digestivo y a tus huesos pero también se ha demostrado que es bueno para controlar el peso, evitar la obesidad y las enfermedades cardiovasculares.
Esto es lo que se deduce de un simposio de la Federación Española de Sociedades de Nutrición (FESNAD) que insiste en el consumo variado de lácteos cada día. Y es que según el Profesor Luis Moreno, de la Universidad de Zaragoza y vicepresidente del Comité Científico del Congreso Internacional de Nutrición, los principales beneficios del yogur nos hablan de una mejor absorción del calcio y una mejor digestión.
Pero ¿qué cantidad de calcio debemos consumir? La FESNAD nos detalla esta tabla:
- 800 miligramos en niños de entre 6 y 9 años,
- 1100 miligramos en niños de 10-19 años,
- 900 miligramos en hombres y mujeres de entre 20 y 59 años,
- 1100 miligramos en mujeres mayores de 60 años o embarazadas,
- 1200 miligramos en mujeres en periodo de lactancia.
En otros estudios llevados a cabo por el Departamento de Nutrición, Ejercicio y Deporte de la Universidad de Copenhagen, también se ha comprobado como el consumo del yogur ayuda a no aumentar de peso y reduce el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares. Esto es porque mejora el metabolismo, por ejemplo la resistencia a la insulina, controla el aumento de la presión sanguínea y la obesidad abdominal. Y todos estos factores son los que darían como resultado sufrir de diabetes y enfermedades cardiovasculares.
Por otros lado, la London School of Hygiene Tropical Medicine ha hecho estudios que vinculan la ingesta de yogur y lácteos a la estatura de la población adulta. Esto se relaciona directamente con el calcio que aporta este alimento. Así es que lo que se recomienda es el consumo de entre 400 y 500 mililitros de leche por día, o la misma cantidad de lácteos.
De todas formas, ten en cuenta que lo mejor será que tomes yogures naturales sin azúcares añadidos y lo más caseros posibles. Los que están azucarados o tienen otros elementos añadidos (pepitas de chocolate, las natillas…) no son los más indicados, ya que aunque cumplen su función como lácteos, pueden hacer que tus niveles de azúcar incrementen y acabes con el efecto contrario al que buscabas.
Lo que se recomienda es tomar el yogur a media mañana o como merienda y no después de la comida o la cena. Esto ayuda a mantener tus niveles de glucosa y a que tomes un tentempié sano hasta que esperas a la siguiente comida.