En primer lugar debemos decirte que las calorías provienen de los alimentos que consumimos, gracias a ellos podemos realizar las actividades diarias, por eso es fundamental saber cuántas necesitaremos para sentirnos bien y para evitar no excedernos en la ingesta y que pasen a formar parte de nuestras cartucheras o barriguita.
Cuando comemos lo que estamos haciendo es adquirir energía y así brindarle al organismo los nutrientes que necesitan para la construcción y el mantenimiento del cuerpo.
Son los hidratos de carbono, las proteínas y las grasas las que nos aportan la energía necesaria. Para que podamos mantenernos sanos y no excedernos en el peso debemos saber lo que necesitamos para nuestra vida cotidiana y así poder gastar esas calorías.
Los hidratos de carbono deben situarse entre el 50%-60% del aporte de calorías. Sin la ingesta de hortalizas, verduras y frutas no recibiríamos la cantidad de minerales y vitaminas que necesitamos. Las grasas, por su parte, no deben superar el 30%-35 % y las proteínas de origen vegetal y animal deben representar el 15-20%%.
La cantidad de calorías que necesitamos dependerá de las necesidades calóricas obligatorias y de otras que dependerán del estilo de vida y de la actividad física que realicemos. Por ejemplo, un hombre adulto debe ingerir entre 2000 y 2500 kilocalorías y de 1500 a 2000 en el caso de una mujer que lleve adelante una actividad física moderada. Estas cantidades son las recomendadas desde la Organización Mundial de la Salud (OMS).
A medida que vamos envejeciendo la cantidad de calorías va disminuyendo. Por ejemplo un hombre de 65 años con actividad física moderada necesitara entre 1900 y 2100 kilocalorías a diario y una mujer de la misma edad entre 1500 y 1700.
Si somos personas con una vida sedentaria igualmente el organismo necesitará energía para mantenerse vivo. Esto se llama gasto energético basal. Tengamos en cuenta que algunos órganos como el corazón, hígado, riñones y cerebro gastan cerca del 60% del gasto de todo el organismo, a lo que se debe sumar lo que se necesita para la formación de tejidos. La cantidad se eleva en el caso de lactancia y embarazo.
Recuerda siempre que las necesidades calóricas dependerán de cada individuo, basándose en parámetros como la edad, peso, altura, sexo, raza, constitución, temperamento, estilo de vida y actividad física, etc.