La salud y el cuidado hacia uno mismo es el factor más importante de cualquier dieta, por esta razón es imprescindible adquirir una actitud responsable y madura respecto a este tema ya que cualquier alteración
en la nutrición podría acarrear graves consecuencias.
Por otro lado hay ciertas dietas que obligan a moderar la cantidad de comida diaria y pueden provocar sensación de hambre lo cual hace caer, en muchas ocasiones, en la tentación de comer alimentos poco
recomendados en momentos inapropiados. Para evitar caer en estas tentaciones hay que cuidar todo el proceso, des del momento en que se compran los productos y alimentos hasta el momento de ingerirlo,
pasando por su elaboración en la cocina.
Para evitar las tentaciones de comer o picar mientras se cocina, es importante cocinar cuando no se tiene hambre. Con la falta de hambre es mucho más fácil evitar la tentación de picotear o comer entre
horas, costumbre que aporta muchas calorías sin ser conscientes.
La cocina sana no contempla las frituras o las cocinas elaboradas con mucho aceite. La cocina a la plancha, al vapor, al papillote, al horno, etc. resultan mucho más saludables, digestivas y ligeras sin
quitar sabor a los platos.
Una buena planificación puede ser vital tanto a la hora de comprar como a la hora de cocinar. Si se tiene planificado y se sebe lo que se debe cocinar y lo que se necesita para ello, es mucho más fácil evitar
comprar o cocinar alimentos que, aunque pueden ser rápidos y apetitosos, no son muy sanos y suelen aportar muchas calorías.
Es importante preparar las cantidades necesarias de comida, no más. La mayoría de las veces que sobra comida, se suelen hacer esfuerzos para acabarla aún no teniendo hambre. Por esta razón, es muy importante
preparar la comida justa y en caso de quedarse con hambre, se puede comer un yogur o un postre ligero.
A veces, tener unos buenos utensilios de cocina puede hacer cambiar mucho la elaboración de ciertos platos. El uso de cuencos, ollas, paellas, etc. antiadherentes pueden evitar el uso de grasas o aceites
que muchas veces de utilizan para evitar que la comida se pegue.
Algunas salsas son muy ricas en grasas y aceites y resultan muy inapropiadas para algunas dietas y regímenes. Para condimentar y enriquecer los platos, se pueden sustituir ciertas salsas por otras
light o por condimentos como el ajo, el perejil, el orégano, el tomillo, la canela, etc.
La preparación y el cuidado de los platos puede ser fundamental para comer con satisfacción y saciar el hambre. Hay que tener en cuenta que antes de comer con la boca, se come con los ojos y la apariencia de
algunos platos puede incluso influenciar en la percepción de su sabor.
Todos estos básicos y sencillos consejos pueden ser muy útiles tanto para disfrutar de una comida más sana como para adquirir nuevos hábitos en nuestra alimentación. Es importante tener presente que cuidar lo que se come es una forma más de cuidarnos a nosotros mismos.