En ocasiones dudamos si es necesario desayunar carbohidratos para así mantener la energía todo el día. Muchos consideran que el consumo de galletas, pastelitos, cereales y bollería permiten mantenernos activos todo el día. Esto es cierto, pero de manera parcial. Muchas veces esto es parte de una campaña de marketing de quienes comercializan este tipo de productos.
El organismo tiene la capacidad de obtener la energía necesaria de las proteínas y de las grasas. Existen carbohidratos que son considerados de lenta absorción que pueden aportarnos energía más constante y regular, por ejemplo, las frutas, alimentos integrales y lácteos.
Tampoco está demostrado científicamente que los carbohidratos nos den energía para todo el día, normalmente la afirmación se basa en la típica simplificación metabólica. En el caso de las personas que tienen una vida sedentaria los carbohidratos de rápida absorción pueden tener efectos secundarios poco deseables.
Puede ser que a media mañana tengamos un bajón de energía, pero este puede ser de diferentes orígenes. Es normal que las personas con cierta resistencia a la insulina o insulina alta o las personas con cierto grado de obesidad tengan estos bajones en su energía. Tras un desayuno en el que se consumieron grandes cantidades de carbohidratos refinados el páncreas comienza a reaccionar de una forma exagerada inundando al torrente sanguíneo de insulina causando que la glucosa se reduzca bruscamente, esto es lo que causa un notable efecto negativo.
Lo mejor es que durante el desayuno incluyas proteínas y grasas de buenas calidad, por ejemplo lácteos, frutas y alimentos integrales. También puedes incluir de manera ocasional tostadas o alguna que otra galleta.