El entrenamiento en ayunas está enraizando como práctica deportiva, cada vez son más quienes se levantan de la cama y se enfrentan a su entrenamiento diario sin haber ingerido ningún alimento. Para algunos es pura falta de tiempo pero para otros tiene beneficios físicos y sobre la forma de afrontar los ejercicios. Pero ¿es realmente tan bueno, no es peligroso?.
El número de deportistas de todas las categorías que dicen entrenar en ayunas va en aumento. Esta práctica gana adeptos entre los que tienen agendas apretadas y poco tiempo para sus ejercicios pero también hay quien dice que favorece la práctica deportiva y que incluso es beneficioso. Entre ellos se encuentran quienes necesitan adelgazar o enfrentarse a largos entrenamientos para afrontar competiciones que requieren mucho esfuerzo. Algunos nutricionistas emplean el entrenamiento en ayunas con deportistas profesionales y ultrafondistas que se enfrentan a pruebas como ironman. Lo cierto es que el entreno en ayunas en deportistas iniciados puede restarles potencialidad antes de que la desarrollen por completo.
El ayuno puede ser una buena solución para aquellos deportistas que realizan deportes donde la quema de grasas es la gasolina que mueve el motor, como el running y que tienen dietas basadas en una gran aportación de hidratos de carbono. Si no estamos habituados a este tipo de entrenamiento es recomendable consultar al nutricionista ya que la adaptación debe ser gradual, con entrenamientos cortos para que el cuerpo modifique su metabolismo, nunca debe aplicarse de forma radical e incluso debemos preguntarnos cuándo ayunar, ya que si no debemos afrontar retos deportivos de calado tal vez sea mejor no hacerlo o al menos no durante toda la temporada.
El ejercicio en ayunas ayuda a deportistas de élite, ciclistas, ultrafondistas y triatletas a adaptarse a las duras condiciones que se encontrarán en sus competiciones pero mediante entrenamientos más cortos e intensos. Los nutricionistas desaconsejan el ayuno si el deporte que se practica es de corta duración y basado en la velocidad, así por ejemplo no tendría sentido en el caso del baloncesto o el fútbol. Los bajos niveles de glucógeno y la sensación de hambre al finalizar una carrera de larga duración son similares a los obtenidos al entrenar sin ingerir alimentos previamente.
Sin embargo los expertos advierten que el entrenamiento en ayunas, aunque puede favorecer algunos aspectos del metabolismo e incluso del control mental, puede perjudicar gravemente la salud de los iniciados. Las sensaciones de mareos, pérdidas de conciencia y de hidratos de carbono insuficientes para afrontar una competición son consecuencias del ayuno innecesario o mal planificado. También podemos tener problemas para aportar a nuestro organismo todo el oxígeno que necesita y un desfallecimiento en lugares como la montaña pueden suponer un grave riesgo para nosotros.
Si tenemos dudas sobre ayunar antes de entrenar debemos acudir a nuestro nutricionista para realizar un programa de entrenamiento gradual que permita a nuestro organismo asumirlo sin problemas. Pero debemos preguntarnos sí realmente lo necesitamos teniendo en cuenta la modalidad deportiva que practicamos y los objetivos que tenemos. Recuerda que sólo se recomienda en deportistas experimentados y que practiquen deportes de resistencia y larga duración.