Es un elemento fundamental para nuestra supervivencia y básico para cualquier dieta. La mitad de nuestro cuerpo es agua y en los niños en un porcentaje mayor. Podemos pasar semanas sin comer pero ni una sin beber agua. Sin embargo entorno a ella han crecido falsas leyendas urbanas. Te descubrimos por qué el agua ocupa un lugar central en la vida.
El 50% del cuerpo de un adulto es agua y en el caso de los niños un 70%. Es vital para hidratarnos y para que todos los órganos de nuestro cuerpo funcionen adecuadamente. No es sustituible por nada y es un error básico renunciar a ella o cambiarla por refrescos. El agua es mucho más importante que las verduras, la fruta o las legumbres. Existen aguas minerales con diferentes propiedades que son embotelladas directamente de los manantiales y el agua corriente, la del grifo, que todos utilizamos y que procede de diversos lugares y recibe un tratamiento distinto según donde vivamos.
Las aguas de manantial se distinguen por la cantidad de minerales que contienen a través del estudio del residuo seco. Así existe agua de mineralización fuerte, media, débil o muy débil. A mayor residuo seco más cantidad de minerales. Esta información la obtendremos en la etiqueta de cualquier agua embotellada y es obligatoria.
El agua es vida. Su ausencia provoca el marchitamiento de las plantas y el envejecimiento en el ser humano. Los signos palpables de la edad no son otra cosa que un proceso de deshidratación. Está presente en cualquier parte de nuestro cuerpo y en todos los procesos que realiza. Órganos, células, huesos, orina, jugos gástricos, saliva, lágrimas… todo ello es en gran parte agua. Los minerales que aporta son también vitales para nosotros ya que el cuerpo los necesita pero no es capaz de fabricarlos por sí mismo así que los obtiene del agua y los utiliza para funciones fisiológicas, físicas y mentales.
La sed es el mecanismo de alerta natural que nos advierte de la deshidratación. Aunque parezca poco un 2% de deshidratación es algo ya muy serio. El consumo de agua dependerá de nuestra edad, estado físico, peso y altura pero lo normal es que los hombres consuman 2 litros y medio de agua al día y las mujeres 2 litros. Ocho de cada diez litros del agua que consumimos la obtenemos directamente de las bebidas y el resto de diferentes alimentos. Sin embargo este consumo depende del ejercicio diario que realizamos, el esfuerzo, el trabajo… pero no debemos preocuparnos porque el agua no engorda, ni contiene azúcar. Es conveniente que bebamos agua durante las comidas, especialmente los niños que necesitan más hidratación y se les deben inculcar hábitos saludables. Por ello los menores deben comer siempre con agua y evitar las bebidas energéticas y azucaradas.
Para anticiparnos a la sed podemos recurrir a aguas que contengan cantidades importantes y variadas de minerales, especialmente magnesio y calcio, fundamentales durante la menopausia. Cuando bebemos alcohol es bueno combinarlo con agua que ayuda a digerirlo, combate la deshidratación que produce y protege el estómago. Algunos médicos promueven un abaratamiento del precio del agua en discotecas y bares para reducir los efectos del alcohol y fomentar su consumo. El agua es un perfecto acompañante para dietas de adelgazamiento. Beber un cuarto de litro de agua antes de comer reducirá la ingesta de alimentos. El agua tiene un efecto saciador que no es contraproducente ya que ni engorda ni adelgaza, simplemente ocupa lugar en el estómago. Sin embargo beber más de cinco litros al día no es sano ya que el cuerpo necesita equilibrio y no excesos, un consumo exagerado de agua puede desembocar en una obsesión denominada potomanía.
Beber agua es una de las principales recomendaciones para embarazadas y mujeres lactantes ya que incrementa la producción de leche materna. Un niño de hasta dos años necesita algo más de un litro de agua al día, un consumo que se incrementará gradualmente con la edad. Un niño de ocho años que practique deporte de forma regular deberá beber un litro y medio diariamente. Los hombres necesitan más agua porque tienen más músculo que las mujeres que tienen más grasa. Las personas mayores deben beber agua aunque no tengan sensación de sed ya que los mecanismos que producen este sistema de alerta pueden estar deteriorados.
Recuerda que el agua no adelgaza, no tiene calorías pero no elimina la grasa. También es incorrecto decir que beber agua durante las comidas es malo o que el agua con gas engorda. El agua con gas no tiene calorías pero sí una composición de minerales distinta. Los minerales tampoco contribuyen a adelgazar ni las que son de mineralización débil son mejores que otras. En cualquier caso el agua es vital para tu organismo y es con diferencia la mejor bebida que puedes aportarle.