Cada vez que bebemos aproximadamente una lata de refresco azucarado, nuestro riesgo de padecer diabetes del tipo 2 aumenta un 22%. Esto es lo que se extrae del estudio publicado en la revista Diabetología.
Para hacer estudio se analizó el consumo de zumos, refrescos azucarados y refrescos edulcorados artificialmente en 350.000 personas de 8 países europeos y se tuvo en cuenta el consumo de alcohol, el nivel educativo, el nivel de actividad física y si las personas que formaban parte de la investigación eran o no fumadoras.
Al final de la investigación se demostró que por cada 336 ml. diarios de refresco azucarado el riesgo de sufrir diabetes aumenta hasta un 22 %, dependiendo del resto de dieta que siga la persona y también su Índice de Masa Corporal (IMC). El estudio remarca que si alguien pensaba que no pasaba anda por tomar de vez en cuando una lata de refresco, debería pensarlo antes, ya que según los doctores que se han involucrado en el ensayo, el consumo de refrescos azucarados debería ser algo excepcional.
Y ¿qué pasa con los zumos o el néctar de frutas? En estos casos no se registró ningún caso de mayor incidencia de diabetes entre los consumidores, aunque no se hizo distinción entre los naturales y los procesados. Es por esto que siempre se recomienda que si consumimos zumos, sean naturales y recién exprimidos, ya que en los embotellados siempre hay azúcares añadidos y estabilizadores.
Ya que este estudio se hizo sólo en 8 países de Europa, cabe destacar que en España, Francia, Reino Unido, Italia, Alemania, Suecia, Dinamarca y Holanda el consumo de estas bebidas azucaradas está más extendido que en los países del norte de Europa, que no en los de la zona sur.
Y dentro de estos países, el perfil de las personas que toman más estas bebidas azucaradas es este:
- Hombre físicamente activo
- Con un bajo nivel educativo
- Fumador
- Con circunferencia de cintura mediana o grande
- Que sigue una alimentación pobre en fruta y verduras y rica en carnes rojas
En cambio, las que consumen más zumos o néctar de frutas, suelen ser:
- Mujeres activas
- Exfumadoras
- Con un nivel educativo alto
- Un Índice de Masa Corporal que sigue la norma
- Una circunferencia de cintura menor
Por otro lado, los usuarios que consumen bebidas edulcoradas artificialmente tienen más probabilidades de padecer enfermedades crónicas, y normalmente ya hay personas diabéticas en su familia.
Todas estas conclusiones se enmarcan dentro de la investigación que se hizo en el Centro de Investigación Biomédica en Red-Fisiopatología de la Obesidad y la Nutrición (CIBERobn).