Como consecuencia del estrés el organismo genera una hormona llamada hidrocortisona. Esta hormona genera que la grasa se vaya acumulando en la cintura, un problema que es bastante frecuente en las mujeres. En la actualidad se realizaron diferentes estudios que analizaban la grasa abdominal y se supo que las personas que la tienen pueden padecer problemas cardiovasculares y diabetes.
Las mujeres que tienen grasa abdominal pero que no tienen otro tipo de sobrepeso sufren de estrés y son más vulnerables frente a situaciones en donde se requiere mayor exigencia. Estas mujeres demostraban que tenían menos capacidad de adaptarse a las tareas, incluso cuando estaban acostumbradas a realizarlas.
Las mujeres con este tipo de grasa abdominal consideran (de ellas mismas) que tienen un estado de ánimo negativo, y niveles más altos de estrés. Cuando alguien se encuentra a una elevada exposición de estrés o una marcada vulnerabilidad psicológica pueden aumentar la reactividad de la hidrocortisona. Por otro lado, la exposición a la hidrocortisona puede generar un aumento de la grasa abdominal.
Tras estos primeros resultados ahora será necesario realizar un estudio más grande mediante el cual se puede delimitar el papel de las características genéticas en la distribución de la grasa. También se debería dejar en claro si el estrés provoca la acumulación de la grasa abdominal o es solamente un fenómeno que se da en paralelo.
Los niveles de hidrocortisona pueden nivelarse durmiendo la cantidad de horas necesarias o realizando ejercicios. Por eso, si notas que empiezas a tener mayor cantidad de grasa abdominal deberás evaluar la posibilidad de que te encuentres frente a un marcado estrés. Te aconsejamos que ante la menor duda consultes a tu médico o nutricionista, quienes te indicarán que es lo mejor que puedes hacer en cada caso.
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